El último apaga la luz

Súper Cuauh es mi ídolo, así que por favor nadie hable mal de él, ya sé que tiene el cuerpo deforme, que está tan jorobado que parece que se va a echar la maroma y que tiene cara de agente de tránsito con gripa, también estoy consciente de que habla como merolico de feria y que tiene un genio de los mil demonios, para colmo, el hijo de su águileña madre, ha disfrutado con embeleso de las más bellas mujeres del ambiente artístico, pero con ese gol que hizo el sábado contra El Salvador yo lo llevaría en volandas hasta la villa para agradecerle a la virgencita Guadalupana que no hizo igual por otra nación, por darnos a los mexicanos a un jugador tan talentoso.
No quiero sonar a grosero pero que me perdonen mucho los Salvadoreños que viven en la casa del Migrante a costillas de la generosidad de los paisanos, pero su selección ni equipo es, es más, yo creo que el combinado de viejos panzones de la Casa de Retiro “El Último Suspiro” les podría ganar con la mano en la cintura y eso que casi todos andan en sillas de ruedas, pero eso no le importa a nadie, lo realmente digno de celebración es que ya nos vamos al mundial, ya sé si no soy tan indejo como para no darme cuenta de que todo esto es un ardid orquestado por Calderón para que no nos demos cuenta de que borró de un madrazo a Luz y Fuerza del Centro con un operativo que tomó a todos por sorpresa, menos al Ticher Lopez Dóriga y a Amador Narcia, que aunque descansan el sábado, ese día por el partido de la selección andaban por ahí cerca y se fueron a ver si se le ofrecía un mandado a Emilito para darles de beber algo a sus artistas consentidos, digo, si Jacobo tenía a “Su Primer Espada” El joven Mirriata, porque chingaos no, el mero dueño de todo no iba a tener su harem de jovencitos que reúnen todos los requisitos para ser los efebos favoritos del hijo de tigre que no es pintito, sino…
Yo me di cuenta del asunto de lo de Luz y Fuerza, precisamente porque estaba viendo el: “Recordar es Vivir” y ni siquiera cuando la guerra a cañonazos de hace casi una década ocurrida en el pueblo, interrumpieron la programación para dar a conocer la nota en cadena nacional, como si dicha escaramuza fuera algo común en nuestra vilipendiada nación que ya parece una sucursal de Irak, pero como esta ha de ser una nota pagada por los panistas, para que vean que todavía las pueden, que si les han arrebatado un bastión importante a los priistas de votantes cautivos con tantos cabrones guevones del sindicato, pues pueden ganar las elecciones presidenciales o mínimo la jefatura del Distrito Federal.
Pero con el triunfo de la selección, eso de la Luz pasó a segundo plano, lo malo es que le robaron cámara a nuestro “Recordar es Vivir”, que dicho y hecho, se convirtió en un programa fútil farandulero de poca monta, a ver si a estos genios del espectáculo no se les ocurre traer uno de esos cada dos meses, aunque la verdad es que la gente del solar estaba emocionada y aplaudían a rabiar a lo que se moviera, incluso confundieron con Carmen Salinas a una de esas políticas nuevas que tiene tipo de todo menos a lo que se dedica, con decirles que varios de ahí, pensaban que mi tía Nabora era Lucía Méndez porque le quedó grande la placa y le papaloteaban los dientes como si se la hubieran hecho los de la Clínica “la Sonrisa de la Chilindrina” y ya la vieja mustia de mi parienta hasta autógrafos quería dar, así que aunque me duela reconocerlo, Nuevo Laredo sigue siendo un pueblo patriota y globero, de verdad que solamente faltó Raúl Velasco con su sonrisa eterna de imbécil con poder para que el cuadro estuviera completo.
Hay que reconocer que el equipo mexicano le hizo a la mamá de mi tía, que se llamaba Ada, porque los salvadoreños jamás opusieron resistencia y es que ellos sabían que su selección estaba integrada por puros amateurs, digo, no estoy diciendo nada nuevo, pero que todo haya sido un montaje por la Femexfut y las dos televisoras, no impidió que los mexicanos nos emocionáramos como si la selección le hubiera ganado a Italia en la final. El último que salga… apaga la luz. Ya dije.