martes, 28 de julio de 2009
Tercos y obsoletos
Yo creía que este año ya no habría baile de elección para reina de la feria, pero parece que me equivoqué y los organizadores de dicha verbena, se dieron a la tarea de confeccionar un evento en el que para variar ganó la Cruz Roja, y no que tenga algo en contra de las niñas participantes, pero eso de reinar un evento tan deslucido, en el que lo único que hay son puros estands de cervecerías corrientes, puestos de fritangas y cientos de borrachos deambulando por los terregosos terrenos de Expomex, como que no ha de ser de mucho orgullo que digamos, y es que no es lo mismo, que me perdonen todas las señoritas participantes al evento, ser reina de Los Leones que de esas fiestas septembrinas pasadas por agua, además, no quiero parecer grosero con nadie, que ya hace varios años, una mamá ofendida me escribió para defender a su hija, y es que si mis palabras las sacan de contexto, se leería como que la preciosa niña no es digna de ser reina, pero no es lo que quiero decir, ya sé que cuando alguien dice: “no tengo palabras para describirte lo que siento” es que es verdad lo que dicen, pero conste que en mi caso no es así, porque tengo tantos años en lo mismo que a pesar de mis evidentes faltas de ortografía, nunca me había ocurrido que no pudiera explicar a lo que me refiero con este bochornoso caso de la feria, porque no es que las chicas que entran al concurso sean menos que las otras reinas, sino que la feria ya está tan devaluado que ni siquiera el payaso Frijolito del circo Maroma de Cadereyta se quiso presentar en el teatro del pueblo, nada más para que vean como está la perra de brava que hasta a los de la casa muerde, y hay quienes aseguran que el Mago Aznabar que se traga los cuchillotes con todo y empuñadura y luego los convierte en navajas Gillete de dos filos, que además ya ni hay, declinó la jugosa oferta del contratador de los espectáculos, porque como en el mes patrio llueve casi todas las noches, tuvo miedo de que se le fuera a oxidar el machete, que aunque es de acero inoxidable, ya se sabe que lo está hecho en México es dudosa procedencia, así que no quiso buscarle ruido al chicharrón porque del tétanos nadie se salva.
Para estar a tono con las notas que salen en todos los periódicos locales, les diré queridos lectores que fue un esplendoroso ramillete de quince preciosas embajadoras las que participaron en el evento que tuvo lugar en el Casino feriero, ella son: Alejandra González Rodríguez de la Cruz Roja que a la postre resultaría la ganadora, Anel Reyna Espinoza del Centro Educativo y de Rehabilitación, Daniela Viridiana Ceballos Gutiérrez de la UAT, Yulma Lizzeth Hernández Martínez de la Asociación Protectora de Animales, Ilse Ivett Rosales Avilés de Cáritas de Nuevo Laredo, Brenda Lizeth Vázquez Torres de la Cruzada Femenil Mujeres en Acción, Diana Marlene García Gámez de la Asociación Ganadera Local, Ana Cecilia Hernández Rodríguez del Instituto Artístico de Nuevo Laredo, Lizeth Cedillo Estrada de la Asociación Femenil de Profesionales Universitarias de Nuevo Laredo, Irma Viridiana Benavides Garza del Colegio Neolaredense de Contadores Públicos AC; Kristell Rubí Ruiz González del Instituto de Ciencias y Estudios Superiores de Tamaulipas, Gina Anahí Ochoa Cárdenas de la Barra, de Abogados de Nuevo Laredo, Carmen Angélica García Castillo de la Universidad Tecnológica de Nuevo Laredo, AC, y María del Carmen Guzmán Luna, de la Asociación Nacional Pro-Superación Personal, A. C.
La feria no ceja en su empeño y cuando alguien ataca su organización, los dueños del patronato se defienden como si en ello les fuera la vida y el honor, pero la verdad es que Expomex ya no tiene razón de ser, que por piedad ya lo quiten, que Nuevo Laredo no es ningún pueblo con tres perros, dos vacas y un montón de borrachos, que esa feriecita de atracciones Tepeyac, de los merolicos con colchas de a peso, de las gorditas espolvoreadas con ya se sabe qué y no digo que con caca porque se oye muy feo, de las vasijitas de barro, del gran espectáculo de la mujer que se convirtió en tarántula peluda porque se portó grosera con su mamá, de los grupos de fara fara que suenan más feo que la voz de Laura León con gripa, ya no es para esta gran ciudad que un día, si Dios no dispone otra cosa, será digna de mejores causas para que se concreten los sueños de modernidad y prosperidad de todos aquellos que amamos esta tierra bendita por Dios por bien de nuestros hijos y de los hijos de nuestros hijos hasta la séptima generación. Esta feria, la actual, esa que no existe ni en Lampazos, esa no la queremos, que todos esos aventureros como de película de Juan Orol se vayan a sus pueblos “salsipuedes” de donde nunca debieron haber salido y que a nosotros nos dejen en paz. Ya dije. P.D: Saludos a mi amigo Jerry Aguilar Armas.
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