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lunes, 27 de julio de 2009

Nuestra Belleza en el CCNL


Lo dije el año pasado, más o menos por estas fechas, que el lugar donde se desarrolló el concurso estatal en Reynosa, estaba hecho queso, hagan de cuenta, queridos lectores, que tenía el mismo tipo del centro cívico de hace 20 años, así de feo y asqueroso, era una mezcla entre bodega de una agencia aduanal, un galerón abandonado y un auditorio de escuela de gobierno, lo peor del caso es que los broncos parece que no se dan cuenta de qué eso que ellos llaman pomposamente Centro Internacional de Negocios no cumple con ninguna de las normas para endilgarle dicho título, porque no es nada más que tener dos dedos de frente para percatarse de que no sirve ni siquiera para una convención de expendedoras de semillitas anexas, conexas y similares, ya que no hay ni siquiera tanto lugar para alojar a las canastas ni a sus dueñas.
Nada tontos los organizadores del certamen estatal, este año, eligieron como sede a nuestro globero pueblo y luego de que el concurso nacional ha estado embarrado con asuntos turbios de tráfico de influencias, Nuestra Belleza Tamaulipas se desenvolverá paso a paso en las magníficas instalaciones del espléndido Centro Cultural Nuevo Laredo, que por cierto la última vez que estuve ahí, fue durante la apertura del Museo Reyes Meza y era tal la muchedumbre que no se podía dar paso, parecía aquello una romería en lugar de un evento cultural y claro que nos falta mucho para estar a la altura de los grandes eventos, pero ni modo, todo es cuestión de irse refinando, de viajar y de conocer, pero eso con el tiempo y un ganchito.
A lo que iba es a que me da harto gusto que hayan traído el evento a la ciudad, a pesar de que ya casi a nadie le interesa, de hecho hay estados de la república que antes hacían grandes performances para elegir a su reina de belleza y ahora muy apenas mandan a una chica a que haga acto de aparición, incluso, y esto no lo dicen los encargados del evento tamaulipeco, que cada año baja la participación de las ciudades con mayor población y en lugar de mandar una sola representante, mandan dos o a veces hasta tres, también es que Lupita Jones dicho sea con todo respeto, no tiene carisma de nada, aunque sea la única mexicana que se ha ceñido la corona mundial, pero es que a la pobre con tanta cirugía ya le quedó cara de alebrije y a las niñas decentes les da miedo que algo malo les vaya a pesar si se meten en la boca de la loba mayor.
Hace muchos años, el concurso estaba en manos del nefasto Raúl Velasco que daba la apariencia de ser incorruptible, pero la verdad es que todo mundo que lo conoció en su época de todo poderoso del chowbisnes internacional, puede dar fe de que no era hijo de su mamá, y es que detrás de su máscara fingida de bonhomía, de que lloraba en cadena nacional porque volaba la mosca, estaba un celestino conseguidor de carne fresca para su patrón y para la bola de sátrapas ejecutivos, además, dicen que escogía a los ganadores de todos los eventos que organizaba y junto a la ñoña borracha de la Paty Chapoy que Dios la recoja en su santo seno cuando lo juzgue conveniente y necesario, tenían un batidero en el cual todos participaban, aunque ahora la conductora de Ventaneando se de golpes de pecho en el programa que pasa por TV Azteca, cuando ella trabajó por más de 40 años en Televisa y de ahí aprendió las mañas, además, y no es por intrigar, se rumoraba en ese tiempo que el asexuado Velasco que en una época anterior a su éxito en la telera, era uno de los pupilos preferidos del exquisito bardo Salvador Novo, andaba liado sexualmente con la horrenda periodista que estaba fea y lo que le sigue, llena de granos de la cara, aunque yo lo considero punto menos que imposible, pero eso se decía y ya se sabe lo que se dice que cuando el río suena es que algo hay de cierto.
En ese entonces se llamaba Señorita México y de hecho, de ese concurso salió la que en su justo momento, sería la querida en turno del Tigre Azcárraga, de nombre Adriana Abascal, que de señorita Veracruz pasó a ser la reina de belleza del país, yo me acuerdo muy bien porque Marina Ramírez una preciosa neolaredense que fue coronada Miss Tamaulipas en el Vivant, en una de esas llamadas que le hice cuando estaban en las fiestas previas a la noche de la fiesta de elección, me comentó que ya se sabía que era la novia del Tigre la que ganaría, y fue desde entonces en que esta jarocha trepadora, tejió la sutil red para que luego de la muerte del dueño de la televisora, quedarse con una buena tajada del pastel, botín que le sirvió para luego pasearse trepada en el Yate Eco por las Europas al lado de Rebeca de Alba, otra de las chicas concursantes apadrinadas por Velasco.
Ya hasta asco me dio, mejor regresaré al presente, y es que estos delirantes flashbacks en sepia, suelen ser muy mareadores, y les decía, queridos lectores, que este sábado primero de agosto será la final de Nuestra Belleza Tamaulipas, y ojalá que cualquiera de las dos representantes Yesenia Hinojosa Sada o Ana Karen González Abdala obtenga el titulo estatal, sólo les pido que si la tal Lupita Jones se les acerca para ofrecerles alguna oportunidad en televisa, no le hagan mucha testera, qué tal si se trata de trata…
Claro que voy a ir al evento, faltaba más, faltaba menos, en esas fiestas de belleza siempre hay mucho chisme de donde pescar. Por cierto que los que siguen haciendo sus eventos para prepararse para la Feria son los organizadores de Expomex y nadie ha hecho nada al respecto para detener ese caldo de cultivo para la violencia y el degenere alcohólico hasta tempranas horas de la mañana de día siguiente en tan populoso sector.

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