En la nómina electoral aparezco dos veces, una con B en mi apellido y otra con V, la de la V es la credencial viejita que se terminaba en 03, y la otra, la que obtuve el año pasado ya estando en el pueblo, porque tuve una credencial del IFE que tramité en la delegación Cuauhtemoc cuando viví a dos cuadras de la embajada diplomática de Japón, que por cierto en esa memorable ocasión voté por el nefasto Vicente Fox y su Marthita, pero antes ya me había equivocado al cruzar mi boleta a favor de Salinas de Gortari, aunque tengo mi conciencia tranquila nunca he dejado de reprocharme el hecho de que un ranchero ignorantón me haya podido engañar de tan estúpida forma, claro que él no es responsable de nada, ya se sabe lo que se dice de que: “no tiene la culpa el indio sino el que lo hace compadre” y ante esas circunstancias históricas nadie se puede sentir culpable de que se haya encaramado al poder, el partido que tuvo la campaña más vil de la que se haya tenido noticia en nuestro país, porque lucró con las esperanzas de un ilusionado pueblo que creyó en las promesas del presidenChente y al final, así nos fue, luego, Felipe Calderón que en sus giras proselitistas aseguró que el “pipope” góber precioso tendría su justo merecido por haberle ayudado a los pederastas a castigar a la periodista Lydia Cacho, pero que no cumplió ninguna de sus promesas, ni siquiera la de que sería el Presidente del Empleo, o a lo mejor todos entendimos mal y se refería a que les daría trabajo a sus amigos.
La lista del IFE no debería de tener esos garrafales errores, porque igual si yo fuera marrullero como algunas conseguidoras del voto que ahora andan en las curules, nada me hubiera costado votar dos veces, pero como ni siquiera tuve una gallina ponedora como buena candidata, la que a mi me gustaba era Martha Porras, pero ganó Cristabell, y como dice mi amigo el comunicador Fernando Fernández director general de Parámetro Informativo, si no hubiese sido candidata del revolucionario, ni siquiera hubiera figurado en la contienda Iliana Medina del PAN con ese partido que es derecha pero rebasa por la izquierda, y que tanto mal le ha hecho al país, no tenía posibilidad alguna de ganar ni siquiera en mi barrio, porque aquí para bien o para mal somos priístas, pero francamente, de las tres no se hace una, a ver que consigue para beneficio del pueblo pero dudo mucho que gestione algo que valga la pena para nuestra ciudad.
El IFE no ha otorgado ninguna garantía de credibilidad en la elección tamaulipeca, si así como que no quiere la cosa, me asomé a la lista nominal y conté diez difuntitos, para empezar doña Guille que se murió hace como cuatro años, don Chencho que Dios lo tenga en su santa gloria que ya descasa en la paz del Señor desde hace rato, doña Naborita Pascual, don Doroteo, y varios jovencitos de menos de cuarenta años que murieron de muerte natural ya que después de 22 balazos entre pecho, espalda y cuajo, lo más natural era que se los llevara la tía de las muchachas, pero eso sí, los hijos de la democracia siguen pasando sus spots publicitarios como si de verdad hicieran bien su chamba, lo malo es que esto de las elecciones son un negociazo bruto, que hace ricos a muy pocos y a otros los deja bailando con la más fea y no me refiero específicamente a la maestra Elba Esther que en paz descanse cuando Dios lo juzgue pertinente y necesario sino a los pagaimpuestos que cada vez estamos peor, conste que no lo digo por mi que muy pronto me iré a vivir a Australia o más lejos si se puede, pero aquí se quedan mis sacrosantos parientes, la tía Tencha a quien quiero con toda mi alma, mi tía Pomposa, el tío Zenaido, la abuela Viviana, mi tía Adoración de Jesús, unas comadres de mi amá que son como de la familia, mis amigos queridos que eso si son una lista casi interminable, pero qué se le va a hacer si así son las cosas en el ejido, sólo espero que súper Ramón nuestro carismático alcalde sea gobernador de Tamaulipas para que cambie este desmadre que hay en el pueblo, aunque lo único que le aconsejaría a Garza Barrios es que no deje treparse al barco sexenal, a varios de su gabinete vernáculo porque esos no son de fiar y son tan ineptos que no sacan ni a un perro de una milpa. Ya dije.
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