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lunes, 13 de julio de 2009

Mujeres Asesinas


Mujeres Asesinas es una exitosa serie argentina que nuestros genios refriteadores de la telera nacional han recibido con beneplácito para adaptarla a nuestra idiosincrasia mexicana y claro que los reflectores de los diversos programas televisivos han enfocado sus sesudos análisis de intelectuales cocteleros para expresar sus agudas críticas respecto al programa producido por Pedro Torres, pero se quedan solamente en buenas intenciones, ya que los guiones son pésimos, porque es verdad lo que dice Tolstoi en Ana Karenina que cada quien es infeliz a su manera, pero no es lo mismo Argentina que México, para empezar allá son tangueros de corazón, actualmente están muertos de hambre y si nuestro país está pasando por una etapa aciaga en el ámbito político, tanto así que cada poste en las esquinas puede servir de trinchera o barricada, allá no hay dinero circulando, por tanto, los problemas morales no pueden ser mayores que los de supervivencia, eso cualquiera lo puede ver, ya que las células se resisten a desaparecer para siempre.
Mujeres Asesinas es una serie tipo jolivud pero hecha en los estudios Tepeyac con técnicas como del canal de Ramoncita, digo no tanto, pero fue una hipérbole para señalar la mala calidad de la producción tenochca, que a pesar de que ganan millones de dólares en la comercialización mundial, los altos ejecutivos de Televisa no quieren invertirle ni un centavo extra a sus programas que si no son de a peso, andan rondando los tres pesos y es que son tan codiciosos, que quieren ganarle a sus productos y servicios, como si fueran judíos, metiéndole interés sobre el interés, y eso está castigado por Dios, ya que es agiotismo y bien claro dice el evangelio cuando se refiere a que el pan nuestro se tendría que ganar con el sudor de la frente.
Yo me acuerdo del caso de una Mujer Asesina muy connotada, que mató a su yerno el conde italiano Cesare D’aquarone porque maltrataba a su querida hijita, aunque dicen que la que lo mató fue su hija, pero que estando en el país de las impunidades, Sofia Celorio Mendoza, nombre verdadero de la pintora Sofía Bassi, ella se echó la culpa porque consideró que sería sumamente fácil salir del “cherry” (por sus siglas en español: Cereso).
Se acusaba a la justicia mexicana de impía y corrupta y al proceso judicial como erróneo y perverso. El presidente de México y el gobernador de Guerrero recibirán miles de solicitudes de indulto para la artista.
México, producto de un sesgado bombardeo mediático, aparecía ante el mundo como un país gobernado por gorilas pisoteando el derecho y encarcelando el arte. El presidente Gustavo Díaz Ordaz, cuyo rostro era efectivamente simiesco, lo tomará como algo personal cerrando cualquier posibilidad de clemencia para la pintora.
La Bassi, no obstante, mantendrá la enfermería de la cárcel como celda individual y no será enviada con las presas comunes –ladronas, defraudadoras, fayuqueras y homicidas, todas pobres– como lo exigía el abogado de la familia D’aquarone de Verona, Italia. Sus otros privilegios se mantendrán intocados. Recepción indiscriminada de visitas, ingreso de materiales para sus artes, teléfono, televisión, baño privado, etc.
En Laredo hubo un caso reciente en el que la mujer mató a su hijo chiquito porque le pidió comida, y como éste estorbaba para sus planes de seguir drogándose con su novio, lo metió a la cajuela de su carro, pero como el cuerpo empezó a descomponerse, la maldita mujer, en complicidad con su amante le echaba cal para que no apestara, pero como bien dicen que no hay crimen perfecto, en una de esas que los dos estaban bien necesitados de dinero para adquirir “la chiva” tuvieron que vender el carro a un yonkero, que para ustedes queridos lectores que siguen mi columna fuera de México, un yonque es un deshuesadero de coches que sirve para venderlos en partes, y fue ahí como se descubrió el espeluznante asesinato que cimbró a la sociedad fronteriza.
La segunda temporada de Mujeres Asesinas empieza a partir del 17 de Julio por unicable, luego lo transmitirán por televisión abierta, y el eslogan de la serie, es muy significativo, porque dice que las mujeres matan por amor, pero como yo ya estoy curado de susto, nada me puede espantar, si los amorosos de Dios matan en su nombre, otros asesinan por la libertad, muchos, por la justicia, y los más listos por ganarse un dinerito extra. De todo hay en la viña del Señor.

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