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viernes, 24 de julio de 2009

Cuentas claras


Dirán ustedes que soy medio indejo, queridos lectores, pero no he entendido a cabalidad lo que Mario Ríos Robles de Banamex me hizo firmar en el contrato para abrir una sencilla cuenta perfiles, y es que resulta que en la sección de Finanzas de este Líder Informativo me he enterado de que a partir del 21 de agosto del año corriente, Banxico restringirá el cobro de comisiones en cuentas de ahorro, nómina y cheques que realiza la banca y otros intermediarios financieros.
Como dijo la cantante Crystal: A ver. A ver, A ver. Si eso es así, entonces porque el mondado ejecutivo de cuenta, no me lo hizo saber para tomar las precauciones del caso, porque hasta donde yo entendí, para abrir una cuenta de ese tipo se requiere un mínimo de mil pesos y por manejo del dinero ajeno, el banco, no cobra un solo centavo, pero si acaso por azares del destino, llegas a bajar tu saldo a menos de mil pesos, entonces te cobran 90 pesos mensuales, pero si dejas en caja, el millar de varos, siendo así, no te rebajan nada de tu tarjetita plástica, eso, aquí y en China, se llama usura, y solamente está permitido por Jiová a los judíos, por esa razón los narizones feos son dueños de todo el dinero del mundo, conste que no es un comentario antisemita, porque luego no se me vayan a ir a la yugular por acusarlos de poderosos archirecontramillonarios y me acusen de “mata judíos”
O como dijo mi güelito, para defenderse cuando lo acusaron de racista, y éste si era el típico viejito cabrón norteño, de esos de rancho; mirada torva, ceja poblada, párparo cáido, panza amplia, bigote abultado: “qué usted don Luis Lauro, anda de alborotador queriendo correr del barrio a un señor de color moreno muy fijo, porque se han quejado los vecinos de que usted es muy insultativo con esa persona, así que por racista me lo voy a llevar detenido”, así le dijo el comandante de la policía rural, que entre paréntesis era su compadre de grado. Mi abuelo, hombre bragao, macho como el qué más, no se desdijo ni se desmintió así mismo, y le contestó: “mire compadre, usted me conoce no de ahora sino de siempre, y solamente hay dos cosas que odio con toda mi alma: a los racistas y a un pinche negro iijuela chingaa que vive acá a la vuelta”.
Yo me acuerdo que por estos rumbos de mi barrio, que es muy bravo y no se deja de nadie, vivía y moraba una dulce viejecita de nombre Rosaura, que guardaba dinero debajo del colchón y por bondadosa prestaba a los vecinos que necesitaban una feriecilla para salir de algún apuro, pero como se dio cuenta de que los conocidos de toda la vida, se la pasaban en medio de apuros económicos, ella que guardaba cinco pesos de los cuatro que ganaba, pues era una sucursal chiquita del Banco Norteño de la Vieja Abusada, así que prestaba con réditos altísimos a todas sus comadres, hasta para comprarle las caguamas a sus viejos, y por esa facilidad de cobrarse a lo chino o a lo cochino, en lugar de su nombre de pila, le impusieron el de RosaUsura, con decirles, queridos lectores, que un día el padre Diabla la mandó llamar a la sacristía, pero no para regañarla sino para asociarse con ella para sacarle un dinerito extra a las limosnas y poder comprarse una troca del año y es que el seboso vicario de Cristo que de tan gordo cucho, ya necesitaba aviada para agarrar correntía y no podía andar a pie, porque luego lo agarraban a carrilla los viciosillos de la vuelta.
Yo no soy muy ducho en economía, lo poco que sé lo aprendí con doña Rosaura y con ella entendí, que los codos de Monterrey tienen razón de ser como son, porque uno no es dueño del dinero que se gana, sino del que se ahorra, además,que la vieja cobrona, sabía que lo que es en chiquito es en grande, y si un banco como Banamex o los otros que al final son lo mismo pero con distintos modos de ofrecer sus servicios agiotistas, te presta del dinero que junta entre todos sus cuentahabientes, y te cobra dinero por ese “favor”, pues entonces, cualquiera puede hacer lo mismo, así que de esa manera doña Chagua se hizo de vivir y al parecer a Banamex se le va a terminar el corrido, por lo menos de que cobren una comisión por manejo de tu propio dinero, y es que estos banqueros no son hijos de su mamá sino de otra peluda señora, además, te la hacen de emoción como si los que metemos los centavos en sus arcas fuéramos los que vamos a pedirles frías, y es al contrario.
Pero a lo que iba con el comentario del ejecutivo de cuenta, quien por cierto me trató con todo comedimiento y paciencia, es que si sabía que no se iban a cobrar comisiones ni habría que mantener saldos mínimos en las cuentas, porque no me lo dijo, si se notaba a leguas que dichas regulaciones ya estaban dadas por el Banco de México, que nada más resulta que ahora se las dé de gobierno revolucionario cristero y expida una remesa grande bilimbiques de plástico para beneficiar a los que comen carne todos los días, para no decirles por su nombre y ser grosera, como decía mi abuela para curarse en salud cuando sabía qué lo que iba a decir enseguida era una majadería: “que mis palabras no te ofendan fulanita de atar…” Solamente que eso de que ayuden al ciudadano de a pie está muy sospechoso y algo ha de haber de trasfondo en todo esto, sólo espero que no sea lo que estoy pensando, porque si es así, perdóneme usted doña Rosausura por todas las mentadas proferidas.
A veces sólo a veces, con estas medidas del gobierno panista, dan hartas ganas de que lo de Lázaro se cumpla en la prestamista del barrio, porque al menos sabíamos que ella no nos podía quitar el cuartito de adobe ni el “uarer culer” con el que nos refrescábamos el ombligo. La extrañamos doña Chagua.

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