Pacto vs el alcohol

Estos buenos para nada de nuestros funcionarios, creen que con campañitas en los medios difusores de noticias, van a detener la vorágine alcohólica que envuelve a nuestros jóvenes desde hace muchos años, pero de lo que no se dan cuenta, es que se tiene que empezar por una estricta educación en el seno familiar, resulta que ahora, los niños nunca dejan de ser niños, es decir, cronológicamente, hay una edad en la cual los seres humanos dejan una etapa para iniciar otra, pero hay padres que creen que sus hijos no han crecido, lo peor es que el deseo se les cumple y es ahí donde la puerca tuerce el rabo, porque hay papás ñoños, de esos que piensan que las bicicletas se inventaron para sus hijos y que sus bebitos son los más hermosos del universo, aunque sean más feos que la máistra Elba Esther, así que, para que sus huercos no sufran lo que ellos sufrieron con sus progenitores castrantes, les dan todo lo que ellos nos tuvieron, y les sueltan la rienda para que hagan y deshagan a su antojo, por supuesto que para andar en los antros se requiere dinero y como los “niños” son unos baquetones huevones que se levantan a las cinco de la tarde todos los días, pues no les queda mucho tiempo ni para estudiar pero muchos menos para chambear, así que, el dinero se los proporciona el pendejo del papá con la anuencia de la alcahueta de la mamá, yo me acuerdo que cuando era muy jovencito, papá no tenía mucho dinero, se ganaba la vida trabajando de sol a sol para mantener a un montón de hijos, sobrinos y nietos, pero como mi deseo era prepararme, pues tuve que hacerme a la idea de que tenía que trabajar para solventar mis gastos y con esa idea fija en la chompa, me hice autosuficiente, claro que, cuando empecé a trabajar en El Mañana, no me dieron sueldo, dizque porque estaba empezando y el periódico me serviría de escuela y lo único que aprendí es que hay gente abusiva que quiere robar tu talento y hacerte sentir que además de negrearte de a gratis, todavía te están haciendo un favor, pero eso les ha de pasar a todos los jovencitos que quieren superarse, a lo que voy, es a que, a mí nadie me regaló nada, por tanto, el poco dinero que me caía, ya que le daba un poco a mi mamá, lo ahorraba para mis camiones y uno que otro antojito, conste que no soy un resentido social, si ya quisieran muchos ricos, tener en la cabeza lo que yo tengo; lecturas, viajes, e ideas, pero como a mí me sudaban las manos para ganarme el pan nuestro de cada día, pues no podía distraer ni un cinco para comprar alcohol, eso es lo que ha ocurrido con esta nueva pandemia social, que los chamacos no tienen más compromiso y responsabilidad que vivir como venga la vida, que al cabo para qué chingaos trabajan si tienen a sus papás que les solventan las francachelas con sus amigotes, naturalmente que cada día que transcurre hay más muchachos borrachos en nuestro entorno, pero lo que es peor, y estos mustios funcionarios se hacen como que no saben, en cada esquina hay un OXXO, a los que se les conoce como tiendas de conveniencia, y si, ustedes dieron en el clavo, estos establecimientos son depósitos de cerveza y licores disfrazados de tienditas de abarrotes, menudo negocio para la cervecera patrocinadora de dichos estanquillos, el presente comentario ha sido a causa del ridículo “Pacto nacional por la cero tolerancia en la venta y facilitación de alcohol a menores”, la verdad es que les encanta el argüende y el mitote, mejor que se pongan a trabajar como Dios manda, ni modo que eso sirva para algo, naturalmente que cuando se trata de un evento de estos que lo darán a conocer urbi et orbi ahí están los políticos para llevar agua a su molino, y doña Margarita Zavala esposa del presidente Calderón fungió como madrina de arranque de tan espectacular cruzada contra el vicio, yo les creería si un día dijeran vamos a cerrar las cerveceras que pululan en el país, y que no se hagan tontos, que todos esos saben que las grandes empresas de tequila y ron, no cuentan con una supervisión precisa, que lo que venden es puro alcohol chafa que a unos lo envicia y a otros los deja ciegos. Ya dije.