Cronista del Barrio

No tengo otra alternativa que vivir, a pesar de que nunca he sido una persona demasiado accesible para el trato con otros, ustedes, queridos lectores me conocen bien, saben como soy, ya que tengo tantos años en el oficio de escribidor de historias cotidianas que puedo confeccionar lo que se me antoje y de cualquier manera posible, ayer me levanté con la fresca de las cuatro de la tarde, ya sé lo que van a pensar, que soy un pelado vaquetón sin más tarea que estar encima de los libros, mis habituales compañeros desde hace mucho tiempo, y para mi sorpresa, en mi domicilio electrónico, un envío de don Raymundo Ríos , presidente de la sociedad histórica de Nuestra ciudad, y es que, el miércoles, publiqué un artículo acerca de mi hermosa tía Mague, en su texto, el cronista de la ciudad, me aconseja que publique un libro con los textos en los que me refiero a personajes destacados de mi barrio, en Francia, a eso que me aconseja mi dilecto amigo, se le conoce como Cartier, es decir, una especie de juglar de los sucesos cotidianos, lo cual me regocijó enormemente, y lo que ocurre, es que siempre he considerado que mi labor es tan simple, ya que, como discurre con desparpajo y naturalidad, nunca le he tomado mayor importancia que la que tiene de manera intrínseca, resulta que, el historiador, me avisa que acaba de estar en Roma, Texas, para atestiguar la presentación de un libro denominado : «personajes de la ciudad: locos, cuerdos y sabios», tal vez, por ello, me los ha sugerido, yo, con todo comedimiento, le he contestado que no me siento poseedor de dichos dones de escritor, supongo que, algún día haré un libro de lo que he vivido en relación a las personas que me han rodeado durante mi estadía en este tránsito terrenal, pero tampoco el material es susceptible para una publicación de esa envergadura, claro que, don Raymundo, asiduo lector de mi columna desde hace muchos años, me confiere cualidades que no tengo, en fin, que a lo que quiero llegar, es que, tengo, por fuerza, que llegar a un punto de mi vida, en el que habré de dejar esta sencilla Guillotina para dedicarme de lleno a la literatura, no que sea muy ducho en estos menesteres, pero la vida me ha ido empujando para dedicarme de lleno a otras cuestiones, tengo que reconocer que ese ha sido mi sueño, incluso, desde que mi mentor, Mauricio González de la Garza, me empujaba a que leyera a los grandes autores, la verdad es que de cualquier manera me he sentido honrado por tan buenos comentarios de don Raymundo, y se lo expresé en mi respuesta a través de un e mail, incluso le comenté que, deberíamos, alalimón, escribir la historia de la vida tan destacado personaje de nuestro querido barrio, le propuse que hiciéramos un álbum fotográfico de todas las escenas que el actor paisano hubiera vivido con la gente talentosa de que se rodeaba, y me contestó que si, supongo que eso se puede lograr, con la colaboración de alguno de sus parientes, tengo que confesar que yo me quedé con algunas imágenes del maquillista que trabajó al lado del mayor Vargas Jarero, y de otros grandes directores de escena que ha habido en nuestra ciudad, como quiera que sea estoy dispuesto a realizar cualquier trabajo que se me encomiende para tratar de preservar la historia de nuestra ciudad.