Se acuerdan el desmadre que tenían con lo del mentado registro de celulares, pues ahora resulta que siempre no, francamente no sé que se traerán estos legisladores nuestros, que en la mañana dicen una cosa y en la tarde, otra muy distinta, a veces, sólo a veces, me da la impresión de que nada más se la pasan jugando con los ciudadanos que los pusimos en sus puestos llenos de prebendas y canonjías pero escasos de trabajo real, a mí, se me hace del todo sospechoso que se hayan pa’traseado, ya que se suponía que el RENAUT era una obligación para todos los usuarios de celulares, incluso el negarse a dar de alta el teléfono era motivo suficiente para su cancelación y ahora salen con su batea de babas.
En teoría, este asunto del registro a huevo, era una manera de detener la delincuencia, o por lo menos, saber con exactitud los datos del dueño del aparato, lo que nunca se pusieron a pensar estos chompiras legisladores, es que, así como hay prestanombres para todo asunto ilegal, también se podía dar la ocasión para registrarlo a nombre de otro, supongo que, se les hizo bolas el engrudo con el novedoso sistema en el que se archivaron los datos de los usuarios, lo malo, es que, a estas alturas del partido, los delincuentes poseen dicha información para los usos que mejor convengan a sus aviesos intereses, es decir que les ahorraron el trabajo para seguir buscando al azar, los nombres y los números de todos los mexicanos incautos que creyeron en la buena voluntad de los funcionarios que con prepotencia exigieron a cada usuario les dieran hasta el Curp.
Lo que han declarado los senadores es que exigirán a los concesionarios de las compañías operadoras de telecomunicaciones que colaboren con las autoridades para localizar en tiempo real a los dueños de los aparatos, lo malo de tener a estos políticos es que ya no se sabe el momento en que seguirán cajeteandola, en lo personal no me afecta en nada, y es que tengo la buena costumbre de no usar celular, hace tiempo que dejé la esclavitud del aparato, pero se me hace una torpeza que sigan cometiendo los errores haciendo leyes y deshaciéndolas, además, estos delincuentes de los que nos quieren proteger seguramente se darán sus mañas para seguir haciendo sus extorsiones, por cierto que, hace varios días un sujeto con voz de locutor le marcó a mi prima Robustiana para decirle que se había ganado un carro, pero le advirtió que si quería que se lo entregara tenía que comprar tarjetas prepago de Telcel y darle la numeración, la candorosa parienta compró varias y más tarde el cabrón ese le volvió a llamar, así que, muy emocionada, se quedó esperando al impostor ratero y nunca más supo de él, así que, como dicen los mamones del lenguaje, el modus operandi de estos pillos, es tan sencillo que cualquiera puede caer en el garlito de creerse los cuentos de estos abusados delincuentes, según datos del último censo de celulares, hay 90 millones de usuarios, es decir, que casi cualquier hijo de vecino posee uno de estos modernos aparatos, tal vez, por ello, el magnate Carlos Slim y los codiciosos de Azcárraga y Salinas Pliego, se andan peleando el rico botín, lo que han dicho los senadores es que exigirán a las autoridades penitenciarias que pongan aparatos que bloqueen las diversas señales de telefonía celular, lo que no acabo de entender es como le podrán hacer, si ya se sabe que en las cárceles del país, todo tiene un precio, y los grandes pillos podrán pagar lo que cueste tener no uno, sino cien teléfonos con acceso ilimitado, en fin, que como quiera que sea, la derogación de la ley es un ejemplo claro de que nuestros legisladores son los verdaderos dueños de nuestras voluntades, que los mexicanos todos, tenemos que agachar los cuernos ante estos poderosos señores de horca y cuchillo, que son igualitos que los patrones prepotentes, cuando se equivocan, vuelven a mandar. Que Dios los ilumine con un rayo. Ya dije.
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