Los Camiones

No de ahora, sino desde hace mucho tiempo, al globero y tierrero pueblo, le hace falta un transporte público decente y eficiente, ya sé, que eso es un sueño guajiro, pero soñar no cuesta nada, antes, muy antes, con aquella mafia local de taxis, hasta en las ciudades de medio pelo circulaban los ecotaxis, pero además, flotillas de carros grandes para determinado uso ejecutivo, aquí no, aquí lo que se veían eran unos armatostes LTDs, o algo así, como tipo mafiosos de Chicago, yo siempre me pregunté la razón lógica de porqué chingaos, los usuarios de bien, no podíamos disfrutar de los beneficios de tarifas razonables a un precio justo, pero también el servicio de camiones urbanos, jamás se ha mejorado ni tantito, siguen siendo unas cafeteras viejas, a los que jamás les han dado una retocadita, yo, lo confieso, hace muchos años que no me subo a uno, para que es más que la verdad, digo, tampoco tengo un Be eme dobleu a mi disposición, pero si me urgiera y no tuviera el modo de trasladarme, preferiría mil veces, irme a pie a donde sea, que arriesgar mi valiosa vida al treparme a una de esas unidades chatarras, que deberían de estar en un yonke, y de ninguna manera, andar por esas calles de Dios levantando gente para transportarla a sus diferentes destinos, naturalmente que nuestras autoridades lo saben, pero ignoro las aviesas intenciones con las que permiten que dichas antigüedades anden humeando por todos lados, supongo que debí haberme informado antes de los precios del pasaje, nada más que no conozco a nadie cercano que los use, así que, por esta ocasión, lamento no tener todos los pelos de la burra en la mano para decirles a ustedes, queridos lectores, de qué color son, y este asunto de los camiones, lo he traído a colación, porque me he enterado que anda el run run, que ahora sí, se va a hacer algo para remediar la situación, entiendo que no debe ser muy barato para los concesionarios que han venido ganando dinerales con estos vehículos desde hace muchos años, tirar los fierros viejos a la basura y meterle dinero bueno al malo, aquí va a entrar el lado político, es decir, por fuerza, tiene que haber ayuda del estado, tal como se hace en muchas ciudades del país, claro que los funcionarios, se van a dar la yoka de que ellos son los benefactores, si así son estos, saludan con sombrero ajeno, como si el dinero saliera de sus gordas carteras, el D. F, con todo y que es una inmensa urbe con los problemas que ya todos sabemos, posee un excelente servicio de transporte, el Metro, es un asunto de milagrería, cuesta tres pesos y los usuarios pueden andar cientos de kilómetros con cargo al gobierno, y es que el subsidio otorgado por el carnal Marcelo, que va que vuela para candidato presidencial, es tan generoso, que si no existiera, se le abriría un boquetón a las magras economías de los pobres capitalinos, bueno, pero eso es allá, ni modo que en este pinche pueblito mugriento, olvidado de la mano de Dios, se instale tan portentoso medio de transporte, la verdad es que, con que cambien los camiones actuales por otros menos garraletas, me conformo, no digo, que igualitos que los “double deck” de Londres, famosos por sus dos pisos, ni siquiera como los de Laredo, Texas, que tienen aire acondicionado, pero, por lo menos que, tengan colchoncitos en sus asientos, y que los pasamanos no estén oxidados, espero que sea una realidad muy pronto, aunque francamente, han pasados décadas y todo ha seguido igual, en fin, soñar no cuesta nada, lo que cuesta es despertar, si alguno de ustedes, asiduos fans, tiene información al respecto del cambio de la flotilla de camiones, suplico que me lo haga saber a mi correo electrónico o a mi cuenta de Twitter. Ya dije.