lunes, 8 de noviembre de 2010
Reglas de la Real Academia
raeLo que diga la Real Academia de la Lengua me importa un soberano cacahuate, además, ustedes que me han leído desde siempre, saben que nunca he escrito con la mayor corrección, soy, por decir lo menos, muy burdo a la hora de confeccionar mis sencillos artículos, les juro por ésta (y si es albur) que a veces me asombro de que me sigan publican do en Líder Informativo, porque recon ozco que nunca he sido el más aliñado en mis textos, supongo que es por mera indulgencia de mis editores, claro que también me ha ayudado el hecho real de que soy muy cumplido con mis obligaciones de redacción, así que nunca he fall ado con mi Guillotina ni una sola vez en tantos años de estar tecleándole con áhínco, así que debe ser que al leerme a diario durante tanto tiempo, pues ya se han acostumbrado a mis garrafales errores, aunque dicen que en tierra de periodistas ciegos el columnista tuerto es rey, también eso puede ser un factor determinante para que nadie haya reparado en que soy el peor de todos al usar las palabras adecuadas para explicit lo que quiero decir, ya sé que van a decir que cantinfleo mucho y no digo nada, pero es que desde el principio he querido comentarles que la RAE ha dictado nuevas reglas para usar la Y, que por decreto imperiales ya no se debo decir Y griega, y la verdad yo que vengo arrastrando una vieja educa ción de escuelas públicas, considero que será punto menos que imposible acostumbrarme a decir “ye”, tampoco debe ser tan grave que me refiera a esa letra con la misma familiar idad que le he tenido durante toda la vida, otra regla que me parece francamente absurda es que le quiten la tilde a truhán, además, yo ni sabía que llevaba, así que por mi, que se la quiten o se la dejen me da totalmente igual, no sé como serán esas reuniones de los académicos, supongo que se juntan en alguno de esos enormes salones de un Castillo español y que mientras analizan si le quitarán la hache a hambre y se la agregan a apetito, si supieran que en el mapa mun dial hay un pueblo como Nuevo Laredo en el que cada quien habla como se le da la gana, por ejemplo, mi hermana Nena tiene su propio diccionario, para ella el español es una mes colanza entre inglés, francés, una lengua muerta y un dialecto africano, ella tiene una facilidad enorme para inventar palabras que estoy seguro que muchos de esos vocablos los podría usar García Márquez en alguna de sus novelas, y mi tía Tencha es tan norteñota que sus palabras van acom pañadas de tal fuerza que inevitablemente uno tiene la impresión de que el español enfatizado de esa manera cobra una nueva dimensión para comunicar, a mi que no me vengan con estas prohibiciones a estas alturas del partido, yo que siempre he hecho lo que se me ha antojado, no voy a cambiar nada de mi modo de escribir, si quiero usar comas en lugar de puntos o si no pongo puntos y apartes, es muy mi problema, claro que no soy rebelde para aceptar dichas correcciones, lo que pasa es que escribir es una tarea que se realiza de acuerdo a lo que uno tiene como herramientas y la verdad es que no tengo maestrías ni doctorados de nada, he leído poco, aunque haya gente que considere que he sido un come libros durante toda mi vida, así que dada mi precariedad intelectual, pues no hay más cera que la que arde y si un día estos infames de la academia quieren quitar todas las palabras conocidas por nosotros, pues con todo el respeto que se merecen sus buenas Mercedes, que se metan sus diccionarios en sus portafolios que a nadie le hacen falta.
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