Pacquiao

Many Pacquiao no canta mal las de John Lenon y es que el boxeador se aventó un palomazo en el programa norteamericano “El Show de Jimmy Kemmel” con tan afinada voz que de plano debería dedicarse mejor a la cantada, aunque según los entendidos del box, este filipino es una máquina de tirar madrazos, lo malo es que su inminente pelea es contra el mexicano Antonio Margarito que según los momios lleva todas las de perder, aunque el paisano está más grandote que el ojos de ficha doblada, pero cómo decía mi tía Chabela que era bien entrona, si no lo va a cargar, y ya se están dando todas las condiciones para que se realice la pelea en el estadio de los Cowboys de Dallas, por cierto, según los organizadores, tratarán de romper el récord que registró el pleito entre Julio César Chávez ante Greg Haugen, el cual reunió a 130 mil personas en el Estadio Azteca de la Ciudad de México en 1993, que tampoco son tortillas de harina, ya que el mejor boxeador mexicano, o al menos, el más popular y taquillero del siglo pasado, podía haber metido el doble de gente si le hubieran cabido al coso futbolero, estos peleadores no le llegan ni a los talones en carisma al César del boxeo que dicho sea de paso, en las transmisiones boxísticas de TV Azteca, siempre anda hasta las manitas, a veces, casi ni se le entiende lo que habla, además no es ni siquiera un analista del deporte, dice lo que se le antoja, pero nada del otro mundo, lo malo de estos héroes-ídolos es que se sienten con el derecho de hacer lo que se les pegue la gana, en fin, éste quiere vivir de sus glorias pasadas, pero esos tiempos ya no volverán, ni siquiera con su yunior que pelea del nabo.
Dicen que los precios de las entradas para ser testigo de esta gran pelea entre Pacquiao y Margarito están por las nubes, sólo los muy adinerados podrán pagar tan caros boletos. Y como siempre ocurre en estos caso, la difusión en los medios ha sido fundamental para caldear los ánimos entre los aficionados que esperan con ansiedad dicho combate que será uno de los mejores encuentros pugilísticos de la década, miren, por ejemplo, queridos lectores, lo que dice Pacquiao: "Espero una pelea muy fuerte. Es obvio que Margarito es más alto y fuerte que yo, pero como siempre, daré lo mejor de mí mismo y espero brindarle otra gran pelea a los aficionados y a toda mi gente de las Filipinas".
Presenciar al duelo entre el mexicano Antonio Margarito y el filipino Manny Pacquiao tendrá un costo de 8 mil pesos aproximadamente, en la zona de 'Ring Side', la parte más privilegiada. Y es que la empresa Top Rank, encargada de la organización del evento, dio a conocer el costo de las localidades para todos los aficionados que quieran presenciar el pleito.
Los precios van desde los 700 dólares -el más caro- unos 8 mil 750 pesos al tipo de cambio en 12.50 por dólar. De ahí para abajo, los boletos cuestan 500 dólares (6 mil 250 pesos), 300 (3 mil 750), 200 (2 mil 500) y 100 (mil 250). El más bajo costo para las localidades populares tiene un precio de 50 billetes verdes, unos 625 pesos, en el mismo tipo de cambio.
Yo no voy a ir a Dallas y conste que no es albur, pero tampoco tengo tanto dinero para gastar, a lo mejor si hago una función en mi casa para cobrar la entrada y armar una barra libre con derecho a todo, menos a la cena, porque tengo algunos parientes que comen como pelones de hospicio, y no me refiero a los protegidos del padre Lozano, que de esos ya no ha de quedar ninguno como muestra fehaciente de una época gloriosa de nuestro globero pueblo, sino a que así se han referido siempre a quienes comen como si fuera su última voluntad, que al cabo no les cuesta, yo ya crucé apuestas con mi tío Melquiades, le voy a Pacquiao que dicen será el seguro triunfador de la contienda, a ver qué pasa ese 13 de noviembre, por lo pronto, como lo más seguro es que gane el filipino, ya encargué una computadora nueva, de esas, de las más modernas.