jooble.com

domingo, 14 de noviembre de 2010

Lo terminan de matar.

Un día, atendiendo una invitación de Mónica González Teneyuque, me trepé a los tendidos de la plaza Lauro Luis Longoria, ya que, como ustedes saben, queridos lectores, somos entrañables amigos desde hace más de 20 años, claro que ambos éramos unos huerquillos, sin embargo, por nuestras ansias de progreso, empezamos a chambear desde nuestra primera juventud, yo estaba dando mis primeros pasos en el efímero periódico vespertino El Águila propiedad del Lic. Carlos Aguilar Garza y ella transmitía un exitoso programa radiofónico, y nunca olvidaré el grito espontaneo de un ocurrente villamelón, de esos que no saben ni madre de la fiesta brava, pero van a gritarle palabrotas al torero y a sus picadores, y sobre todo, a divertirse atacando a quien se deje, resulta que El Matador luego de incontables ocasiones de darle de machetazos al noble animal, lo dejó en calidad de atropellado por un tráiler, bueno, con decirles que casi sacaba los bisteces ahí mismo en el ruedo de arena y no lograba terminar con la vida del toro, entonces el aficionado, a todo pulmón, dice: “Llévalo al Seguro ahí te lo terminan de matar”, eso habla de que en nuestro corrupto país, todos sabemos que el IMSS es una institución que tiene tantos defectos de atención al derechohabiente, es más, me atrevo a decir, que ya forma parte de nuestra herencia social, pero no podemos dejar de reconocer que no teniendo otra alternativa de atención médica, algún día tendremos que morir en sus instalaciones, naturalmente que no todo está podrido en Dinamarca, si de todo hay en la viña del Seguro, pero ahora resulta que en el sonado caso de corrupción que el chómpira del Ticher López Dóriga transmitió como primicia a través de su noticiario de las diez y media, en el que primero se dijo que era un empleado del IMSS con un ejecutivo de Novartis, y a estas alturas del viernes en la noche, ya eran empleados de dos farmacéuticas, o sea, que una de dos, o el periodista es chafa y sus contactos lograron engañarlo, o algún poderoso por encima de toda esta runfla de gañanes, les dijo que se callaran, porque yo como profesional de la investigación de noticias, no puedo lanzar un supuesto cañonazo de corrupción sin tener las pruebas suficientes de que los involucrados en la conversación telefónica efectivamente están arreglando un asunto por debajo del agua para filtrar importante información respeto a una licitación por la irrisoria cantidad de 80 millones de pesos, siendo que el seguro tiene dinero para comprar hasta por 2 mil millones de pesos de medicamento al año, pero parece que en nuestro país todo se juega en un volado, al rato, el señor López o cualquiera de sus empleados “lectores de noticias”, saldrán a decir en su noticia de ocho columnas, que la llamada que se interceptó, en realidad no se refería ni siquiera al IMSS, que estaban hablando de otro tema y que no eran ni empleados de grandes compañías trasnacionales, sino que eran trabajadores de intendencia que en las madrugadas tomaban los teléfonos para hacer sus llamaditas sin tener que gastar en tarjetas Telmex, en fin, eso es lo malo de vivir en México, ya padecimos a Zabludowsky durante muchos lustros, incluso en aquella aciaga época, en que todos los mexicanos sabíamos que era corrupto, impostor y traidor, cuando lanzaba un petardo noticioso, decíamos: “que no te haga bobo Jacobo”, pero hay unos patéticos que todavía lo alaban y le dicen maestro, como si haber tenido la oportunidad de realizar entrevistas con diversas personalidades de todos los ámbitos, le otorgaran el derecho a ser llamado un gran profesional ícono del periodismo honesto, lo que se les olvida a muchos, es que no todos los periodistas son don José Pagés Llergo, que de esos nada más nació uno. Ya dije.

No hay comentarios: