MucbilPollo Gate

Yo no entiendo mucho de política, soy como uno de esos analistas cafeseros que se pasan las horas achatándose las nalgas arreglando el mundo con sus sesudas reflexiones, pero que se despiden al filo del mediodía porque tienen que llegar a su casa a hacer la comida y a lavar las vasijas, pero no ser un especialista en el tema, me otorga un tono doméstico de familiaridad con algunos de ustedes, queridos lectores, que tampoco, supongo, son muy avezados en el asunto, pues resulta que la gobernadora de Yucatán, la guapa Ivonne Ortega, mandó a los congresistas unos pollitos al estilo de su tierra, claro que es un chiste, porque ya se sabe que lo del presupuesto a los gobiernos estatales no se arreglan con una comidita, y no que yo sea mal pensado, pero estando en una curul, y dado el trabajo que les cuesta mantenerse despiertos mientras tratan los temas neurálgicos del país, nuestros ínclitos legisladores no se van a conformar con unas aves de corral por más sabrosas que estén, los tienen que “maicear” (a los políticos, no a los pollos) con otra$ estrategias más estimulantes.
Lo anecdótico del asunto de los pollos es que dichas viandas que se entregaron uno a uno a todos los legisladores, estaban descompuestos, claro que el viaje desde la hermana república de Yucatán, les hizo tanto daño que en lugar de llegar sonrosados, los malditos animales no tuvieron la suficiente condición para estar apetitosos a la hora de la comida, según legisladores que fueron testigos, las avecitas apestaban a pura “choquía” y nadie se atrevió a hincarles el diente, así que los tuvieron que tirar a la basura, naturalmente que la jefa del Ejecutivo yucateco, dispuso que se les entregara una nueva dotación de “mucbilpollos” que ahora si estaban deliciosos y como los gordos irredentos que confeccionan las leyes, siempre están con hambre suficiente como para comerse una ballena completa con todo y aletas, pues le entraron con gran regocijo al festín culinario que doña Ivonne Ortega invitó a nombre de su pueblo y con cargo a la caja chica del erario grande.
Pero eso no fue todo el regalo que hizo Ivonne, sino que ya entrada en gastos y con ganas de agradar a los legisladores, personal del gobierno del Estado también distribuyó fundas para lentes y plumas decoradas con hilo contado, estos obsequios incluyeron una memoria USB con los datos de los proyectos presentados a la Comisión de Fondo Metropolitano.
La quisquillosa diputada federal panista Rosa Adriana Díaz Lizama, se puso de fierro malo y reprobó la actitud de la gobernadora, supongo que a ella no le tocó pollito pibe, y aclaró que los diputados no pueden andar de pediches y que no tienen porque aceptar dádivas ni regalos, ni en efectivo ni en especie para la aprobación del presupuesto, ya que esa es su tarea primordial, o sea, a quien trata de impresionar esta señora, si ya lo dijo antes que yo, el nunca bien ponderado príncipe de la iglesia, don Juan Sandoval Iñiguez que los funcionarios “maiceados” hacen mejor su chamba,
Los pollitos pibes fueron enviados por Aeromexpress cargo. El precio del envío por kilo de productos perecederos es de 8.25 pesos y para evitar problemas de descomposición se pide que los alimentos se envíen bien congelados. Este México nuestro siempre da de qué hablar, además que sería de nuestras repapaloteras vidas si no hubieran estos sainetes políticos, moriríamos de aburrimiento a la primera de cambios, en fin, que los pollos de Ivonne Ortega, quedará como algo gracioso dentro de nuestra vernácula política, la verdad, a mi me causó más risa que asombro, además, tampoco creo que una cortesía gastronómica cambie el curso del presupuesto para Yucatán, a lo mejor si también hubieran incluido en el menú, algunos papatzules, varios panuchitos, una sopita de lima y cochinita pibil, otro gallo, bueno, mejor dicho, otro “mucbilpollo” les hubiera cantado. Ya dije.