jooble.com

martes, 16 de noviembre de 2010

Lydia Cacho

La valentísima periodista mexicana Lydia Cacho acaba de recibir el primer Premio Internacional de Periodismo “Manu Leguineche” y fue recibida con honores por los príncipes de Asturias, Felipe de Borbón y doña Letizia en el palacio de la Zarzuela, para vergüenza de la runfla de asociaciones de periodistas en nuestro país, que sirven para dos cosas, y a veces ni para eso, ya que en lugar de andar de lambiscones con los funcionarios para que les den su sobrecito con 50 pesos y su vale de gasolina, deberían de ponerse a chambear de verdad con periodismo de investigación, no digo, no que arriesguen sus valiosas viditas poniéndose con sansón a las patadas, tampoco se trata de ser kamikazes, ni de envolverse en la bandera como niños héroes para lanzarse al vacío, por si algunos de ustedes no lo saben, queridos lectores, la talentosa escritora fue la que puso al descubierto la red de pederastas encabezada por el nauseabundo quintanarroense Sucar Kuri amigo y protegido del “Rey de la Mezclilla” José Kamel Nacif quien acuñó el apodo de “góber precioso” al horrendo naco de Mario Marín de Puebla cuando el goberladrón pipope secuestró a Lydia en Quintana Roo dizque para procesarla en sus católicos feudos mochos, la verdad es que, o la periodista tiene pacto con el demoño o alguien muy arriba la tiene bien protegida, ha de ser san miguel Arcángel, aunque hay quienes dicen que valerosa y audaz, la inteligente señora dejó bien documentada su investigación de pederastas en la que incluyó a varios políticos que todavía andan “hueseando”, pero esos son sólo rumores, la verdad es que gracias a sus denuncias diversas ONGS (organizaciones no gubernamentales) han trabajado en ese rubro con mayor ahínco, y no que ella haya descubierto el hilo negro, si eso es más viejo que caminar para adelante, su valor radica en haberlo desentrañado y ponerlo en la palestra internacional, tanto así que ha recibido premios e invitaciones a mostrar su trabajo en diversas partes del mundo, como una manera elogiosa de reconocerle su exhaustiva labor que además demuestra que no se ha legislado lo suficiente para contener la violencia contra estos seres desvalidos, claro que la han perseguido tratando con ello de intimidarla para que detenga su avasalladora fuerza periodística, pero nadie ha logrado terminar con sus ansias de justicia, ojalá que algún día, las asociaciones feministas del globero pueblo, las mismas que han invitado a la Guadalupe Esa (Loaeza) para hablar en conferencias magistrales de cómo hablar como estúpida sin perder el estilo de señora rica que habla nada más porque tiene mucha saliva, la traigan para que presente su más reciente obra en la que traza los mapas de tratantes de blancas alrededor del planeta.
El premio Leguineche está dotado con 20 mil euros, Lydia Cacho agradeció el galardón y comentó acerca de las tremendas dificultades que acarrea el periodismo de investigación cuando no existe un respaldo de los grandes medios, como ocurre en su caso, pero aseguró que vale la pena apostar por "un periodismo responsable ético y respetuoso, que pueda mirar a los otros como seres humanos y deje de vender historias que deshumanizan y nos dejan un mundo en el que cada vez más seres están siendo esclavizados". Cómo diría mi amá, esas son viejas y no retazos, para que andarse por las ramas, si se puede hacer periodismo serio y confiable sin formar parte del starsystem de los noticiarios televisivos, en los que pululan muchas hembras y hembros que se saben toda la ristra de sinónimos pero que no tienen los arrestos, el criterio y el pundonor de hacer de manera correcta su chamba, a esos, un día se los cargará el payaso de la ignominia, porque son parte de un andamiaje poderoso que encubre, como los gatos, con tantita tierra, lo que algún día apestará a la luz de todos los reflectores públicos, ya sé que no me lee, si tampoco mi columna es tan importante, pero desde esta tierra de Dios y María Santísima, le envío un abrazo apretado lleno de mi admiración y un manojito de palabras para que iluminen su peligroso sendero tan lleno de abrojos. Ya dije.

No hay comentarios: