Teléfonos registrados

Yo perdí la costumbre de contestar el teléfono desde hace muchos años, incluso, le tengo fobia al aparatejo, van a decir, queridos lectores, que no estoy bien de la cabeza, pero si les cuento de donde nació mi viscoso miedo, no me lo van a creer, resulta que estando muy jovencito, por tanto, bastante inexperto, recibí una perturbadora llamada en la que un tipo con voz de matón me decía: “te va a llevar la chingada por andar de chismoso” y cometí el grave error de preguntarle: “¿quién habla? Naturalmente que no me dijo, solamente subrayó que me cuidara de sufrir un accidente, casi como en las amenazas de las telenovelas, desde entonces no contesto ninguna llamada, claro que podrán pensar ustedes, que eso pasó hace añales, pero dicen que el que con leche se quema hasta al jocoque le sopla, y es tan grande el temor a un atentado con granadas de fragmentación o ráfagas de cuerno de chivo, que prefiero digan aquí corrió que aquí se lo madrearon, ya saben ustedes, porque se los he confiado en otras columnas, no tengo miedo morirme, pero tampoco ninguna prisa.
Lo del teléfono se me vino a la mente, porque ahora resulta que la comisión de no sé qué madres, se ha dado a la gozosa tarea de registrar todos los celulares de México, es decir, cualquiera que tenga un aparato de telefonía móvil tendrá que pulsar un número desde su aparato para que el gobierno mexicano dé su honorable anuencia y los ciudadanos tengan permiso de marcar a donde se les hinchen las ganas, supongo que debe haber un motivo poderoso, algunos funcionarios indejos, han soltado la excusa de que tal decisión ha sido a causa de las miles de extorsiones que ha efectuado el crimen organizado en perjuicio de los mexicanos decentes, lo que no han dicho, es que los malandrines son miembros de los honestísimos cuerpos policiacos, al menos en un 78 por ciento, así que si tienen ese banco de datos, se les va a facilitar el trabajo para realizar sus fechorías, además, que no se hagan porque ya son, si querían tener bien controlados a los usuarios, tan fácil que hubiera sido, que en las compañías prestadoras de dichos servicios, desde sus oficinas, capturaran la información para no tener que gastar en campañas publicitarias tan costosas.
Sabrá Dios que más nos irá a pedir el gobierno panista, cuando estos masiosares andaban en campaña, eran puras promesas bien esperanzadoras y la verdad es que no han cumplido casi nada, al contrario, se la han pasado sangrando al pueblo con más impuestos, con menos empleos, con más violencia, con escasas oportunidades de progreso real para las familias más jodidas, y ahora, nos quieren tener bien apergollados del pescuello, y si protestamos, nos dan un pequeño jaloncito al gañote para darnos mastuerzo, francamente ya no sé ni qué pensar, a veces, me devano los sesos para tratar de entender como habremos de sobrevivir los mexicanos decentes que apenas ganamos para mal conservar el alma uncida al cuerpo, si esto cada vez se parece más a Colombia en sus peores tiempos y a Venezuela en esta aciaga época del Dictarhugo Chávez, nada más falta que nos requisen las credenciales del IFE para comprometer nuestros votos y asegurar la continuidad del gobierno azul.
Yo no tengo celular, es más nunca he tenido, no me gusta estar atado a un maldito aparato que se convierte en vigilante obseso de cada paso que doy, así que a mí no me van a poder controlar de ninguna manera, supongo que ya encontrarán el modo de someter a su altanero capricho, al resto de los mexicanos, igual se les ocurre, dado el poder absoluto que poseen, que cada compatriota que use luz se registre en la CFE con los nombres de toda la parentela. Sólo espero que estos tres años que faltan se pasen lo más pronto posible, en Dios confío. Oremos.