Adela la de la Tele

Ahora, por lo menos, no se les ocurrió invitar a la niña ñoña bien, o mejor dicho a la niña bien ñoña de Guadalupe Loaeza, y ni siquiera sé si fueron las mismas que mandaron traer desde México a Adela Micha, que no es que me caiga mal, pero no le veo arrestos de gran periodista, es verdad que tiene muchos años en el canal de las que enseñan, pero también está inscrito en la nómina el imbécil de Samy y no por eso, se le han infundido neuronas que procesen ideas brillantes, así que no es ninguna garantía que la discípula judía de Ricardo Rocha sea inteligente, por lo menos, no, para andar deambulando en los foros abiertos a la discusión de asuntos torales de nuestro pauperizado país azotado por la runfla de apocalípticos malandrines, es verdad, que cualquiera puede hacerlo, si vivimos en una nación tan libre y soberana como sometida y restringida al capricho de unos cuantos, pero tampoco se trata de engrandecer a los que no se lo merecen, lo mejor de todo es que como quiera nuestras mujeres se entretuvieron con la lectora de noticias, que dicho sea de paso, tiene una chispa de gracia que sabe usar en los momentos adecuados para captar la atención de sus oyentes, sólo que les advierto a sus seguidoras, que Micha no es Michelena, ya que Margarita Michelena, la insondable mujerona, era de altos vuelos, ella sí; analista, poetisa, escritora y publicista, ya se sabe que los periodistas decentes, los que no se venden al mejor postor, ni por oro ni por el moro, tienen que hacerla de todo un poco, y Michelena, para sobrevivir en el nauseabundo mundillo intelectual en el que se paseaba con donosura por encima de muchos que se sentían la divina envuelta en crema de chocolate, tuvo que hacer uso de su inconmensurable talento para confeccionar jingles y eslogans, pocos están enterados, que lo de: “Mejor, mejora, mejoral” es de su inspiración, lo realmente deleznable es que los periodistas a favor de las marranadas de los todopoderosos vivían entre nubes de algodón de dulce, mientras que los verdaderos adalides del oficio, a duras penas, con trabajos forzados se mantenían a flote para seguir diciendo dignamente que estaban en contra del sistema establecido conformado por una red de políticos corruptos e intelectuales paleros, pero ahora estas periodistas cirujiadas, se creen que saben lo que dicen, solamente porque conocen los sinónimos de todas las palabras, si a esas vamos, mi tía Rogaciana hablaba con la efe y no se equivocaba nunca con los trabalenguas, pero no por eso daba conferencias en el auditorio de la Cosme Pérez a sus comadres mitoteras.
Supongo, que luego de la conferencia magistral de Adela Micha, las organizadoras la han de haber llevado a la casa de alguna de ellas, para lanzarle elogios a su enorme nariz, aunque yo creo que no es que esté muy narizona lo que pasa es que tiene la cara muy patrás, ya se sabe que algunas damas de nuestra encumbrada sociedad, son medio chimiscoleras para tratar a las personalidades que se atreven a venir de visita a nuestro solar, y de seguro le han de haber declarado su rendida admiración por no trabarse demasiado al leer el teleprompter o le presumieron haber leído todos sus libros, aunque jamás haya escrito alguno, en fin, que esto de la celebración de la mujer se volvió chacoteo, y conste que no me burlo, si cada quien tiene derecho a festejar su día como mejor le plazca, además, siempre es bueno que la gente de fuera se dé un ligero quemón con nuestro globero pueblo, para que le tanteen el agua a los camotes, claro que como en cualquier ciudad, hay un poco de todo, mujeres muy listas, otras que de plano no redactan ni la lista del mandado, lo malo es que presumen lo que no son y escriben cajón con g, lo que es pior que se atreven a publicarlo. De la visita de Denise Dreser hablaré en otra columna, que ella si es de mis favoritas, por inteligente y clara para decir las cosas por su nombre. Ya dije.