Latín

Ya tengo varios días queriendo hablar de la primavera, pero por angas o mangas, no he podido abordar el tema y es que me sucede algo muy raro con esta veleidosa Guillotina que parece tener opinión propia; yo propongo y ella dispone, incluso, en la presente, había empezado con la definición etimológica de la estación, pero el teclado de mi computadora, se fue por otro rumbo, así que para no medir fuerzas con la que me da de comer, preferí hacerle caso, mejor que haya un loco y no dos, no sé que les parezca a ustedes, queridos lectores, por lo menos a mí, me resulta chocante el mal uso del latín, claro que los cultos, se sienten muy fufurufos al citar alguna que otra alocución latina y no que sea parte de mi forma de expresión, pero también conozco varias que me encantan, naturalmente que no las uso en mi vida diaria, lean esta hermosura: “Amor vincit omnia” que quiere decir: “El amor todo lo vence”.
No todos, pero algunos amorosos de los latinismos son re mamones, ya que a las palabras que les conviene o seguramente las que les parecen más adecuadas para demostrar su educado espíritu, las convierten al español sin mayor trámite burocrático, es decir, sin tomar en cuenta la opinión de los miembros de la Real Academia de la Lengua Española, por ejemplo, hay palabras que suenan bien en latín como eucalipto: “Eucaliptus”, sin embargo nadie la usa así o “Senectus” que quiere decir: “Anciano”, o lo que es peor, para definir viejo, los cursis buenos para nada del DIF, dicen: “adulto en plenitud” en un eufemismo grotesco y burlón, ya que nadie después de los setenta puede ser considerado un ser humano en plenitud, al menos, no en el sentido en el que lo usan estos hijos de su burocrática progenitora, lo paradójico es que la mayoría de los viejitos paisanos son jubilados (otro absurdo, que indica júbilo) con una dieta de hambre de 1800 pesos mensuales, lo bueno es que los generosos del gobierno los dotan con una despensa de productos básicos que sirve para demostrar la justicia social con fines electoreros,
Digan lo que digan respecto al latín, como quiera es una lengua muerta, con decirles, asiduos fans, que ni siquiera lo hablan en El Vaticano que se supone es el idioma oficial de la santa sede, a mi no me tocó, pero mis antepasados mochos escucharon misa en latín, claro que nadie le entendía nada, a lo mejor nomás el “corpus Christi” y conste que no me refiero a la ciudad, sino al cuerpo de Cristo a la hora de comulgar, lo que realmente ocurrió para que quedara en desuso, al menos dentro de los ritos católicos, fue que, el pueblo se quedaba igual a la hora del sermón del sacerdote, así que, ni modo que le siguieran por ese camino, si quedaba inconcluso el mensaje a la feligresía, lo único bueno de la época, es que eran jugosas las limosnas y generosos los diezmos.
He tocado el tema, para no quedar tan fuera de la cuaresma, y es que la temporada no se ha prestado para guardar la compostura ni permanecer en estado contemplativo, además tampoco soy monje cartujo, ni brother marista, líbreme Dios de semejante penitencia, mucho menos de la secta purulenta del beato Marcial Maciel, espero que no me lo tomen a mal, las socias del ropero de santa Clara y los caballeros de Colón, ya saben que así soy, no me gusta quedarme con la espinita de ningún tema, pero como quiera haré un retiro espiritual con las hijas de María para hacer un acto de arrepentimiento por mis faltas, ustedes también deberían de hacer lo mismo, queridos lectores, ya sé que son buenos cristianos, si los conozco bien a todos, pero nunca está de más, realizar introspecciones espirituales para limpiar las impurezas que pudieran haber quedado luego de tantas vicisitudes existenciales como las que se han vivido en nuestro globero pueblo durante las últimas fechas, aunque nuestros gobernantes lo nieguen todo ante los medios difusores de noticias. Ya se sabe que la carne, amén de cara, es débil y el diablo es muy hábil. Cuídense de las tentaciones del innombrable, no vaya a ser la de malas. Mamá decía, que el tentador no duerme nomás para estar chingando. Ya dije.