Mamá decía que yo era chingaquedito y si, así soy desde que tengo uso de la ironía, aunque mi santa madre era de esas que le gustaban las cosas rápidas y bien hechas, nunca me puso la mano encima y la verdad es que siempre he sido medio huevón, por dicha razón, la autora de mis días me echaba carrilla para que hiciera mis deberes, naturalmente que siendo un niño, luego un adolescente rebelde, me caía en la punta de las muelas, que me pusiera a entrarle a la chamba que como integrante de la numerosa prole, me tocaba realizar, claro que no era gran cosa, pero sabia como era, me aconsejaba que tenía que ser autosuficiente para que no tuviera que depender de nadie y la crianza que me dio me ha servido para ser un hombre con bueno principios y mejores finales.
No sé si les he contado que estudié mi primaria en la benemérita escuela Profr. Cosme Pérez a la que venero con toda mi gratitud, ya que gracias a que pasé por sus aulas, pude aprender las primeras letras del alfabeto, luego, con el tiempo, me apropié de todas las palabras que uso para confeccionar estos sencillos artículos que por generosos e indulgentes, leen ustedes, asiduos fans, claro que me acuerdo perfectamente de todos mis maestros, especialmente de los que me educaron con el ejemplo, ya que dicen que la palabra empuja, pero el ejemplo arrastra, ahora de viejo, con todas las circunstancias a mi favor, me he hecho el propósito de vivir a plenitud, con todas las consecuencias que emanen de mis decisiones, para colmo de bienes, hago lo que me gusta y me pagan bien, no cabe duda, que Dios es bueno conmigo y me ama, tengo a mi familia gozando de cabal salud; un padre que es guía moral del rebaño consanguíneo, a quien le debo todo cuanto soy, ya sé que nunca alcanzarán mis bienes para poder pagarle lo que él me ha dado, pero en retribución de la crianza que me dio, he llevado una vida recta a pesar de los avatares del destino, perdón por la invectiva, ya mejor me despido para dejar lugar a unos refranes populares explicados por una persona culta, suenan chistosos, si acaso no les entienden a la primera, lean lo que está encerrado entre paréntesis.
En este lugar existe felino en cautiverio. (Aquí hay gato encerrado).
El que embriológicamente es traído al mundo con el diámetro anteroposterior de la cavidad abdominal aumentado, no logrará reducir su contenido visceral por más intentos forzados extrínsecos de reforzar dicha pared en su infancia. (El que nace barrigón, ni aunque lo fajen de chiquito).
Cavidad gástrica satisfecha, víscera cardiaca eufórica… (Barriga llena, corazón contento).
La ausencia absoluta de percepción visual torna insensible al órgano cardíaco. (Ojos que no ven, corazón que no siente).
Al andar maltrecho aplicarle premura. (Al mal paso darle prisa) A equino objeto de un obsequio, no se le aquilatan las piezas odontoblásticas. (A caballo dado no se le ve el colmillo)
Al globo oftálmico del poseedor torna obeso el bruto vacuno. (Al ojo del amo, engorda el ganado)
Quien a ubérrima conífera se adosa, óptima umbría le entolda. (El que a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija).
Ocúpate de la alimentación de las aves córvidas y estas te extirparán las estructuras de las fosas orbitarias que perciben los estímulos visuales. (Cría cuervos y te sacarán los ojos).
H20 que no has de ingurgitar, permítele que discurra por su cauce. (Agua que no has de beber, déjala correr).
Relátame con quién deambulas y te manifestaré tu idiosincrasia. (Dime con quién andas y te diré quién eres).
A perturbación ciclónica en el seno ambiental, rostro jocundo. (Al mal tiempo, buena cara).
Más vale plumífero volador en fosa metacarpiana, que segunda potencia de diez pululando por el espacio. (Más vale pájaro en mano, que cien volando).
Crustáceo decápodo que pierde su estado de vigilia, es arrastrado por el ímpetu marino. (Camarón que se duerme, se lo lleva la corriente). P.D: No me voy me llevan, yo por mi, me quedaba con ustedes hasta el domingo. Ya dije.
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