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domingo, 10 de enero de 2010

Día del periodista

El día del periodista en realidad no significa nada, pero significa muchísimo menos, si lo usan los políticos para felicitarnos en “nuestro día”, porque el simple hecho de que los gobernantes en turno, aún de este globero pueblo y de nuestra región que dormita a la margen del río, ofrezcan un convivio para entregarnos regalos, es demasiado sospechoso, es más, si se diera el remoto caso, que deberíamos de festejar, la pachanga tendría que ser a su lado queridos lectores, porque finalmente, aunque el oficio se realiza en solitario, y uno termina escribiendo un monologo en una especie de diario personal, son ustedes los destinatarios de nuestros desvelos, ya sé que se oyó muy mamón, pero es que apenas acabamos de transitar por la navidad y sigo bajo los efluvios de tan melcochosa época.
No digo, no, que no sean buenos los festejos para celebrar el oficio, pero siempre he considerado que el mejor regalo para un escribidor, y lo expreso a título personal, es que alguien por curioso o acucioso del estilo de cada cual, se asome a los artículos confeccionados que tienen como único objetivo informar a través de diversas perspectivas y de acuerdo a las circunstancias que cada quien vive a su manera, conste que no lo digo yo, sino lo dijo antes que cualquiera, el genial Tolstoi, en su inmortal Ana Karenina, claro que cuando hago referencia a los grandes autores, no pretendo mostrarme como un hombre culto, si para llegar a esos pináculos, todavía me falta camino por recorrer, además, en estos tiempos que corren, nadie, sabe todo, pero en los sinuosos vericuetos de la mente, como sutiles destellos, ahí están las frases deslumbrantes que iluminan a los amorosos de la sabiduría encapsulada, en fin, yo que tengo la suerte de privilegio de contar con muchos seguidores en esta guillotina que cumple 20 años de haber sido descubierta en los periódicos del pueblo, y a mucho orgullo, tengo que declarar que la denominación de origen de este espacio pachanguero de las letras, es de El Diario, naturalmente que me siento muy contento por la generosa hospitalidad de Líder Informativo a quien le debo mi triunfal regreso a las pasarelas editoriales, y con nada podría pagarles que me hayan tomado bajo su égida con tan buena mano, que La Guillotina es, sin duda alguna, la columna más leída de ambos Laredos y la región, ahora compartiré con ustedes amables fans, un chiste buenísimo para que sigan disfrutando de este sábado invernal.
Un neolaredense de nombre Luis Lauro decide buscar trabajo en una tienda departamental en un centro comercial de Laredo, Texas. Se entrevista con el gerente de recursos humanos y este le pregunta: “¿tienes alguna experiencia en ventas?”
A lo que Luis Lauro le responde: “Jalé un tiempo en la Pulga de los rieles vendiendo ropa...”
Al gerente le cayó en gracia y lo contrata, “Empiezas mañana. A la hora del cierre te vengo a ver para saber cómo te fue...”
Al finalizar el primer día de trabajo de Luis Lauro, el gerente baja y le pregunta: “¿cuántas ventas hiciste hoy?”
Luis Lauro responde: “una sola patrón...”
“¿Una sola? Le dice el gerente medio enojado: ¡Nuestro personal hace en promedio de 25 a 30 ventas al día!
Y ¿de cuánto fue la venta?”
“De cien mil dólares” le dice Luis Lauro.
“¿Cómo? ¡¿Cien mil dólares?! Pero ¿qué le vendiste?”
“Primero le vendí un anzuelo pequeño. Después le vendí un anzuelo mediano. Después uno grande. Después le vendí una caña de pescar nueva y un carrete especial. Después le pregunté a donde iba a ir a pescar y me dijo que a “La Pesca”, Tamaulipas. Así es que le dije que iba a necesitar un bote y lo llevé a la sección de botes y le vendí uno con motor doble, fuera de borda, con doble vivero con aireadores, sonar, radio de frecuencia civil, radio con CD, doble hielera y además, después me dijo que su Nissan Sentra no iba a poder con el remolque del bote, así es que lo llevé a la sección de autos y le vendí una Explorer 4x4.'
El jefe visiblemente impresionado por las aptitudes de Luis Lauro le pregunta: “¿así que un pescador novato vino a comprar un anzuelo y tu le vendiste un bote y una 4x4?”
A lo que Luis Lauro le responde:
“No patrón... la verdad es que el pelao vino a comprar unas toallas sanitarias pa' su vieja y le dije: Compa, ya que no vas a co… er el fin de semana.... ¿por qué no te vas a pescar?

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