Ramón para Gobernador

A mí que me esculquen, pero si hay que escoger a alguien para que sea nuestro gobernador, yo elijo a Ramón Garza Barrios, y conste que no soy de sus lambiscones a sueldo, ni un miembro más de su comparsa cursi de intelectuales cocteleros, tampoco navego con bandera de corifeo adherido a sus ideas de progreso para llevar agua a mi molino, porque además ni molino tengo, solamente que, aunque parezca lo contrario, a mi me cae bien nuestro carismático alcalde, y me parece que ha hecho buen trabajo político, claro que a veces hablo de su chamba pública, porque nos compete a todos los ciudadanos, pero si en lugar de ser nuestro exitoso presidente municipal, fuera un obrero de nuestra cada vez más rala industria maquiladora, ni siquiera voltearía a verlo, además, tampoco he sido muy criticón con él, lo único es que me desagradan algunos de sus más cercanos colaboradores porque en aras de beneficiar a sus parientes con prebendas y canonjías, han manchado su ejercicio en la función de su gobierno, es decir, que por unos pocos pesos enseñan el cobre, y por esas fruslerías, ponen en entredicho la administración de Ramón, a lo mejor no es cosa grave, o como decía mi consentidora ex jefa y querida amiga doña Gina Aguilar de Zuno: “pecata minuta”, pero precisamente por eso, por lo miserable del asunto, si acaso fueran miles de millones, ni siquiera lo mencionaría en la columna, porque al menos fueron listos y se quedaron con la tajada grande, pero si en lugar de eso, a lo que le han firmado de “si acepto” es a una entrega de viáticos para un hijo o un sobrino que competirá en balero, trompo y yoyo a nivel mundial en un evento que tendrá lugar en el Centro Internacional de Negocios de San Gelipe de las Tortillas, en chiquito o en grande el nepotismo es un cáncer que hay que erradicar de nuestro entorno, yo sé que es muy difícil distinguir la ética de la etílica, yo porque nunca he estado en esos berenjenales de cuidador del dinero ajeno, a lo mejor es harto complicado elegir entre el hijo chambón, el sobrino inepto o el deportista de alto rendimiento para darle el apoyo, lo que ocurre aquí es un desajuste emocional que se centra en el hipotálamo de la sensibilidad de orgulloso padre, lo paradójico en este tipo de casos es que ese síndrome de estupidez congénita lo han padecido las progenitoras desde los albores de la historia de la humanidad, si ya se sabe que para una madre, aunque el producto de su amor con el lechero, sea un deforme masacote con cara de feto, para ella es el niño más bonito del mundo y galaxias aledañas, y si le preguntan, la respuesta es casi siempre la misma: “Yo que te puedo decir de mi hijo, si para mí está hermoso”, el amor desequilibra las emociones, anula el buen gusto y borra toda claridad objetiva.
Y ya que estamos sopesando la posibilidad de que el oriundo de nuestro solar sea mandatario estatal, entremos en materia: ¿Si en este momento fueran las elecciones por quién votaría? Esa fue la pregunta principal de la encuesta que realizó mi tía Tencha entre sus comadres chimiscoleras, y como mi sacrosanta parienta es muy derecha, no aplicó las mañas de los de Mitofsky en sus encuestas de salida, ella no, lo que hizo fue más sencillo, puso un agregado abajito de la interrogante, con letras chiquitas cursivas: “Si Ramón Garza Barrios fuera el único candidato a gobernador de Tamaulipas; ¿votaría por él? Y de cien encuestadas, todas eligieron a Ramón, así que si nuestro carismático alcalde, por lo menos en el ánimo popular de las mujeres del globero pueblo, se lanzara a la candidatura, ganaría de calle y no es por nada, pero mi tía Hortensia estuvo presente en la magistral conferencia dictada por la Guadalupe Esa que fue invitada por las mujeres más retacadas, digo, recatadas, amin, como dicen las pochas nacas, descastadas de Nuevo Laredo, por tanto tiene un buen punto en su currículo, además ha tomado cursos de macramé chino con el mago Fumanchú, de origami con el maestro Cagasagua, de metafísica trascendental con el ectoplasma de César Garizurieta, aquel sabio priista que inscribió en la memoria del tiempo, su frase inmortal: “Vivir fuera del presupuesto es vivir en el error”, por tanto, puede ser elegible para algún puesto del gobierno, yo creo que puede ser buena para el departamento de cultura, porque no sé ni cómo le ha hecho pero ha leído El Quijote de la Mancha con versiones distintas de varios autores o en el departamento de relaciones públicas porque sin ser chismosa, es muy comunicativa, y ya se sabe lo que se dice de los que hablan de todo, que son clavaditos para puestos sociales en cualquier plataforma burocrática.
Ramón, eso lo sabemos todos, es querido por las mujeres, y aunque yo nunca estuve en uno de sus mítines ni en giras proselitistas, mi difunta hermana Alma me comentaba que un día, Daniel Peña en un cierre de campaña, cuando estaban corriendo para puestos claves, preguntó al viejerío: “¿Qué quieren que rife?” refiriéndose a los costosos regalos que tenían sobre la tarima, tales como molcajetes, metates y comales, y las viejas mitoteras, gritaban: ¡Rifen a Ramón!, la verdad no sé si al final lo rifaron, pero ese año arrasó con las votaciones y de pasadita ayudó a su compañero de fórmula, porque tampoco es que el líder de los electricistas sea muy agraciado físicamente que digamos, así que el truco de los feos de la secundaria le sirvió esta vez al que fuera alcalde del globero pueblo.
Por cierto, ahora que me acuerdo, le quiero pedir a Ramón que si tiene algo que ver con eso de los homenajes a las artistas en el marco del Festival Internacional Tamaulipas que por favor los distinguidos directivos no escojan otra vez a alguna de las pirujas viejas del cine nacional, que si a esas vamos, en san Juan también hace aire, porque luego no vaya a ser el demoño, que a los organizadores se les vaya a ocurrir traer a la Ninón Sevilla que si alguna vez fue una mujer apetitosa, de esas carnes ya no queda ni la rabadilla. Ya dije.