miércoles, 9 de septiembre de 2009
El Secuestro del Avión
¡Por Dios! este país ya no tiene remisión, ahora más que nunca me arrepiento de no haberme quedado a vivir en Holanda, y miren ustedes, queridos lectores, que soy patriota y lo que le sigue, pero esto del secuestro del avión de Aigroméxico francamente tiene una nota cargada de falsedad que ni mi tío Melquiades se la cree, y eso que mi candoroso pariente, cuando llegaba a su casa después del arduo trabajo, estaba seguro de que mi tía Cornelia, le había calentado su lugar en la cama para que no pescara un resfriado.
Quesque por cábala, si la aritmética espiritual no la entendía ni Madam Chupelú que me hacía mis cartas astrales y esa sí que era chingona para los números, mejor que el jefe de obras del municipio que tiene que inflar los presupuestos para darle su embarradita a todos los implicados en el atraco al erario, mucho menos este chafa pastor evangélico boliviano avecindado en un barrio bajo de la capital mexicana, y es que el tal por cual sudamericano, según Genaro García Luna, confesó que interpretó el día nueve del mes nueve del año nueve, como una señal de “La Bestia”, o sea, al revés es el 666, y chingao, eso da mucho coraje, perdonen la invectiva, asiduos fanáticos de esta columna, pero es que no es posible que nuestros disfuncionarios salgan con esas tiznaderas a estas alturas del partido, y todavía hacen toda la faramalla de que el pobre hombre con cara de peluquero de a peso es un terrorista que pretendía desestabilizar al país, lo peor no es eso, sino que todo el mundo se enteró de la ineptitud de los ches policías que nos cuidan, además de indejos, pederos, porque nadie puede creer que un loco fanático haya puesto en jaque los aparatos de seguridad nacional, entonces para que les pagan de nuestro dinero a tanto bueno para nada, para empezar a los que revisan en el aeropuerto, que a poco si de verdad el idiota hubiera traído una bomba no habrían podido detectarla, es como lo que se decía del antiguo resguardo aduanal, que por cínicos, declaraban a propios y extraños que si cabía por el puente se podía hacer el cruce, por lo que yo pude percibir dentro de la tumultuosa información en diversas fuentes, el loco religioso y sus compinches, nunca amenazaron a nadie con una pistola, digo ni siquiera con una ligasura (resortera), además, luego que aterrizó el avión, entraron las Fuerzas Especiales Federales, como si fueran SWAT y no un escualidrón de Pilotos de la Muerte que entrenan en El Peñón de Los Baños a detener a seis sospechosos de haber actuado en connivencia con el decodificador de la cábala que por si alguien no lo sabe solamente puede ser descifrada por elegidos de Jiová, y que no es nada más de voltear los números, tampoco es eso de Capicúa que se leen igual los números al revés o al derecho, no digo que el atentado, que ni atentado fue, haya sido maquinado por los chómpiras del Cisen, pero al menos le hubieran puesto más emoción, no sé, que el iluminado bolivariano, y conste que no me refiero al DictarHugo Chávez, amenazó a los pasajeros con madreárselos con la biblia que era de pasta dura o que intentó cortarlos con alguna de las latas de Jumex a las que les puso unas lucecitas y las embarró de tierra, y los brillantes investigadores chichimecas, se fueron con la finta de que el artefacto de fabricación casera podría haber explotado en cualquier momento, solamente les faltó decir, para mayor gloria de nuestras prefiguraciones policiacas, que el jugo era de manzana y que con el jurguneo de la aeronave, se corría el peligro de que tronara por la acumulación de gases al interior de la lata.
José Mar Flores Pereira es el nombre del idiota que con los reflectores puestos sobre su grasosa cara, declaró que su objetivo era hablar con el presidente Calderón para avisarle que según una revelación divina, el Distrito Federal sería el epicentro de un terremoto devastador, el más grande de todos los tiempos, y solicitaba a los mexicanos que se unieran a él en oración para pedirle a Dios y a su santísima prole, que detuviera su ira para salvar las vidas de todos los paisanos.
Elsa Velgara esposa del pastor evangélico pidió perdón al presidente G-Lipe y casi casi le contó que así le hacía a ella cuando faltaba a dormir a su casa, que inventaba que los altos espíritus del paraninfo celestial se le aparecían para darle mensajes que debía transmitir a la humanidad para salvarla de la debacle, y en realidad estaba metido en la casa de su comadre Chole, pisteando Cacardi con los seguidores de su secta.
Que conste en actas señores del Jurado que el guión del atentado terrorista no sirve ni para una película de los Almada, es más, ni siquiera para un capítulo de una novela de Emilio Larosa, que si hay que buscar a un culpable del terror fiscal en nuestro pauperizado país, ese es Carstens con su cara de abundancia, a este sí que lo apresen y se lo lleven directo a las Islas Marías, quesque todo lo hacen para rescatar a los pobres, Señor Misericordioso no te pido que te los lleves ante tu amada presencia, pero que si hay que aguantarlos otro rato, por lo menos que no sean tan llevados con nosotros que también somos tus hijos, en ese último párrafo sentí que era el alma rejega de mi tía Diana Alba a la que de cariño le decíamos La Diabla, que se había posesionado de mí, lo bueno es que yo estoy bien protegido contra los espíritus chocarreros y los Afis, a lo mejor porque tengo clave que me blinda de la maldad del mundo presente y los siglos venideros. Ya dije.
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1 comentario:
Es veraderamente lamentable el que nos quieran vender un secuestro express "virtual" como reality show
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