Sleeping Beauty

Acaba de cumplir sus primeros 50 y a pesar de su medio siglo de vida, no ha cambiado ni un ápice, es mas, creo que está muchísimo mejor que hace 30 años, claro que se ha hecho sus arreglitos, faltaba más, pero han sido mínimos, digo, un chiqui chiqui por aquí, otro por allá, poquito de botox, los hilos rusos, la cámara hiperbárica, sin faltar los embarraderos diarios de cremas carísimas, además de las consabidas mascarillas naturales, que igual sirven para humectar, levantar y tonificar que para eliminar las arrugas.
Es un ejemplo a seguir, no solamente para las señoras de su edad, sino para las muy jovencitas, que ven en la refulgente dama, la actitud de una mujer que fiel a su clásica belleza no ha permitido que los años marchiten ese rostro tan lindo que Dios le dio, ya que no es por nada pero esa naricita respingona no la ha logrado ni el Dr. Sanmiguel en ninguna de sus pacientes, y eso que el afamado cirujano plástico ha hecho verdaderos milagros con alguna que otra vieja horrenda del pueblo.
Es tan contemporánea como Britney Spears pero nunca ha dado escándalos, muchos menos ha sido adicta a alguna droga heroica, es más, ni siquiera ha probado las lexotan, mucho menos las valium, y eso que ha sido la víctima favorita de las maldades ajenas, pero se ha mantenido ecuánime gracias a la protección sobrenatural de sus ángeles guardianes, y claro que navega en Internet, tiene su “feisbuk” con más de 9200 amigos diseminados por todo el mundo.
Aurora nació gracias a la mente extraordinaria del fabuloso visionario, cuyo nombre de pila ya es una marca registrada que gana millones de dólares por el marketing que respalda la multimillonaria empresa que tiene presencia en todo el planeta, y es que Walt Disney, creador de “Sleeping Beauty” jamás imaginó que un personaje casi mudo, trascendería a su época en 1959, y que con esa cinta de dibujos animados marcaría un hito en la historia fílmica de la meca del cine, tan así, que después de 50 años, no solamente sigue vigente, sino totalmente renovada y en la espera de otros diez lustros, que a como va la tecnología, será una anciana centenaria pero en la figura de una joven princesa encantada.
La Bella Durmiente como dibujo animado es obra de Disney pero el fundamento de la trama central de la película es del escritor francés Charles Perrault, autor de: “El Gato con Botas”, “Cenicienta” y “Caperucita Roja”, que para no fallarle en el argumento de la historia, siguió el molde preestablecido de novelas de príncipes y princesas; con hadas bondadosas y una bruja jija de la chingada, de nombre: Maléfica que es más mala que una suegra con un yerno huevón .
Mañana es su cumpleaños y la Barbie de las princesas encantadas, apagará un incendio en su pastel, pero esa luz le ha servido para seguir brillando con su carisma de niña buena y para celebrar tan dichoso acontecimiento, la casa productora Walt Disney ha anunciado que lanzará la película en formato amplio que rescatará las escenas laterales de la cinta original que se perdieron luego que se le recortó su visión panorámica technirama para encuadrarla en el popular cinemascope de la década de los 50.
Aurora no se quita la edad, tiene 50 cumplidos y cien que se quedó dormida, pues ya tiene 150 que además ni se le notan, lo único malo es que en la historia de la vida real, no existió un hada buena que se condoliera de los contemporáneos para que con su varita mágica nos echara a dormir a todos, y si así hubiera sido, todos estaríamos rozagantes y frescos como lechugas de arriba del colote, y habríamos despertado al toque de su cetro mágico.
Ya sé que mi columna de hoy es muy cursi, pero perdónenme ustedes queridos lectores, por no haberme podido sustraer al encanto de la “Sleeping Beauty” que seguramente será inmortal gracias a la imaginación de Disney y al mantenimiento comercial de su grandioso emporio que sigue cobrando regalías por un personaje que si existiera, viviría entre nosotros y se vestiría de Armani. ¡Happy Birthday Aurora.