jooble.com

jueves, 5 de febrero de 2009

El Sacerdote Previsor

Se acuerdan que la semana pasada publiqué una serie completa de historias de sacerdotes sui generis, pues como siga la mata dando, al rato me voy a tener que dedicar a confeccionar una columna diaria especializada en puros temas de hombres al servicio de Dios, y es que en el pueblo, vive un cura que fue muy previsor a la hora de la repartición de las limosnas y los diezmos, porque siempre se quedó con una parte, es decir, si en la misa de seis le daban dos pesos, se quedaba con los dos, con la idea de que en la de las siete, cuando le echaran tres también se quedaría con los tres.
No lo sé de cierto pero tal vez lo que ocurrió con este santo barón es que tuvo miedo de pasar una mala vejez, a lo mejor con hambres, enfermedades o rodeado de soledad, no se sabe, ya que la mente humana tiene tantos recovecos que es imposible acceder, pero lo más extravagante de dicha historia, es que se supone que a estos generosos espíritus los inunda la fe, ya que son seguidores de Jesús, no digo, tampoco, que sean como Job, si ya no hay de esos, pero mínimo que tengan una embarradita de valores morales para que sea digno ejemplo para sus fieles.
Un día, hace varios años, se me ocurrió hablar de los sacerdotes pasaditos de peso, para no ofenderlos con la palabra “obesos” y un energúmeno con faldas mandó una encendida carta en la que me dijo de todo, bueno, hasta “calienta sotanas” lo más raro de todo es que dicha misiva iba con sello de sacristía y firma con rúbrica, diciéndome que yo era un tal por cual y que no era hijo de mi amá sino de otra señora cuyo nombre empieza con la “che” y no digo con la “chi” porque es usado como onomatopeya de una escatología ineludible.
Bueno, casi, casi me reta a duelo, pero de esa historia hablaré en otra oportunidad y le llevaré la carta a Su Eminencia Monseñor Gustavo Rodríguez Vega que rige los destinos de nuestra diócesis, para que le dé una regañada a su pastor, pero lo que ahora me ocupa es el padre que con sus ahorritos de varios años se compró su casita, varios terrenitos, carro del año, ropita de marca y tiene su cuenta de ahorros a nombre de unos parientes de mucha confianza.
El Benemérito de las Américas bien tenía razón al decir que si los hombres de Dios tenían su reino en el cielo y que si ya tenían ganado el derecho de estar en la Casa del Padre, para qué demontres querían propiedades en la tierra y bolas don Cuco, que les quita todo, y en realidad ocurre lo mismo con los sacerdotes que con los políticos que se sienten dueños de todo y se les olvida que lo que ven sus ojos, todo el horizonte que se expande, desde los templos hasta las bancas, se han comprado con el dinero de los ciudadanos, solamente que la iglesia les llama fieles católicos.
Este padre ya es muy viejito, creo que no tarda en rendir cuentas al Creador, no es que sea ave de mal agüero pero si ya tiene más de 80, es muy probable que cualquier día se nos adelante en el viaje y lo malo, es que sus ahorritos quedarán impunes, si de verdad es honesto con su modo de vida cristiano, tendrá que regresarlos a la iglesia de donde los pidió prestados, deseo de todo corazón que se arrepienta de su grave pecado, porque si el propio César, que era dueño de vidas y almas, lo dictó una vez: “A Dios lo que es de Dios”, ojala que le quede tiempo para arrepentirse y no vaya a sucumbir a la tentación de legárselos a sus parientes que finalmente son los que fungen fingiendo ser los legítimos propietarios de dicho patrimonio, así que ni papeleo de herencia tendrá qué hacer.
P. D: La historia del furibundo Padre que me insultó se las cuento mañana pero además narraré la historia completa del yerno incómodo que le robó varios miles de dólares a su suegro que también es un verdadero ladrón, así que los dos tienen cien años de perdón aunque poca vergüenza, lo bueno del dinero escamoteado por el hijo político es que le va a servir para mantener a su hija, tal vez si no hubiera sido así, este hombre que es de armas tomar, ya le habría dado un mandarrriazo entre cuajo, bofe y triperío. Pero de ambos temas hablaré “tomorrow” en este mismo espacio

No hay comentarios: