Ni Cordero, ni Santiago, es Josefina

“Ya llegó, ya está aquí, la que va a chingar al PRI”, gritoneó, sin pudor alguno, Xóchitl Gálvez, no digo, no, que me molesten las palabras altisonantes, sí yo las conozco todas, y puedo dar, un curso completo de cómo conjugar el verbo chingar de mil maneras, pero bien dicen que hay personas que dicen caca y la gente se ríe, pero otras que dicen caca, y apesta, pobrecita la ex encargada de los asuntos indígenas en el sexenio panista de Marthita Sahagún, pero su carisma es nulo, mejor que se dedique a otra cosa, porque la política no es su fuerte, y si doña Josefina no quiere salpicarse de lo que a esta mujer le brota de su hidalguense boquita, que no se le ocurra invitarla a andar con ella en su campaña presidencial, de por sí, el PAN no las tiene todas consigo, con la presencia de esta prófuga de los lavaderos, de seguro le correrá a muchas señoras decentes de sus mítines, supongo que se le coló al podio, y no se dio cuenta de su presencia hasta que le escupió esa chingadera en cadena nacional, le aconsejo, que para la otra, si es tan indispensable tenerla cerca, que algún colaborador suyo, le ponga unas películas de la India María o de los Almada para que se entretenga mientras ella hace su labor proselitista, lo que no me sorprendió, es que, doña Chepina le echara bronca a Enrique Peña Nieto, quesque él es el principal adversario a vencer, se nota la mano del gachupín de las diatribas de la campaña presidencial de Felipe Calderón, casi, casi, lo puso como un demonio de codicia y maldad, y a como están las cosas, en nuestro violentado y miserable país, no le conviene a la candidata del PAN andar descalificándolo, lo malo es que, en México, todavía se considera, que responder las majaderías de una mujer, es una falta de caballerosidad, pero si Josefina se va a dedicar a echarle puyas al gallo copetón, que tenga mucho cuidado, porque si bien es cierto, que se ve mal que un señor se ponga al tú por tú con una dama, la gente en general, ve con malos ojos a las marotonas que escudándose en su condición de mujer le andan buscando pleito a los señores, aunque, dicen los que saben de estos asuntos, que en la guerra, en el amor y en la política, todo se vale, por cierto, en Twitter, que es la caja de resonancia del mundo, y México con mayor razón, según información de los administradores de la red social de moda, nuestra nación está en el top 10 de países que más tuitean en el planeta, Peña Nieto, minutos después de que doña Josefina se le engalló en su discurso de la victoria, publicó en su cuenta:  “Felicidades y bienvenida a la contienda democrática @JosefinaVM. Que sea por el bien de México”, van a decir, ustedes, queridos lectores, que soy muy mal pensado, pero luego de que Cordero le dijo de todo en sus declaraciones a los medios difusores de noticias, en los seudo debates, en Twitter, y en general en todos los sitios en que tenía ocasión, ahora resulta que doña Josefina no se siente agraviada por tantas acusaciones fundadas o infundadas del “Seis Mil Pesos” Cordero, que ahora resulta que todos son hermanitos de sangre azul, incluso, le solicitó a Gil Zuarth su coordinador de campaña, que le abriera las puertas a Ernesto y a Santiago, pero no aclaró, si para que entraran o para que salieran, en fin, que esto apenas empieza a ponerse bueno, en el CEN del PAN hay un reguero de víctimas políticas, algunos de alto nivel, otros, muy por debajo de la ahora candidata presidencial para la contienda del 2012, a lo que, han denominado, los cursis analistas, como “Operación Cicatriz”, ojalá que surja un buen periodista que sepa preguntar lo conducente a estos manoseadores del idioma, que se evaden por vericuetos retóricos para no responder lo que se les cuestiona, que digan la verdad, que no se anden por las ramas, que se atrevan a aventar lo que traen atorado en la garganta, en Twitter, a Cordero le tupieron, a Josefina la ensalzaron y a Santiago ni lo mencionaron. Ya dije.