Las escuelas primarias y secundarias, no tanto las prepas, ya
que, a ese nivel educativo, los muchachos son más juiciosos, deberían de tener
un delegado de la sociedad de padres de familia para cualquier caso de
emergencia, miren, queridos lectores, que no suelo ser fatalista, pero imagínense
que a uno de sus huercos, le suceda lo mismo que a Lalito el niño de siete años
con la cabrona de su maestra Zulema, a la que se le hizo fácil castigar a la
criatura, pero nunca imaginó, que echaría al olvido la orden perentoria que
había dado a su alumno de quedarse en el salón, lo malo, es que, era el turno
de la tarde, y el pobre chamaquito, se quedó esperando a que su mentora le
levantara la pena por no haber apuntado la tarea en su libreta, pero como la
susodicha nunca se apersonó en el aula, el chiquito, se hizo un ovillo abajo
del escritorio y se tapó con su suéter, pero no me van a creer, ya sé, que
muchos de ustedes, han de hablar mal de mí con sus compadres o amistades, en el
sentido de que soy muy exagerado, a qué hora creen que la mamá se dio cuenta de
que no estaba su niñito en la casa, si, a las once de la noche, o sea, si mi
hijo no aparece en cinco minutos, yo voy a buscarlo con un piquete de soldados,
bueno, no con el piquete, pero si con dos o tres sorchos, que por muy mal que
me caigan, es lo único que tenemos para que nos cuiden de los malosos, la
descuidada madre, que responde al nombre de Brenda, en entrevistas a la
chismosa prensa, ha declarado que ella no pide nada en contra de la maestra,
que lo único que quiere es que le vuelvan a aceptar a Lalito en la escuela,
pero que le pongan más atención y no lo vuelvan a castigar tan feo, por
supuesto, que los celosos guardianes del orden, con esos casos de niños
desaparecidos, son muy osados, así que, a la profe Zulema se le fueron directo
a la yugular, la detuvieron saliendo de un canal de televisión, estos
detectives ministeriales son buenos para cumplir esas órdenes de aprehensión siempre
y cuando se trate de inocentes que no porten armas de alto calibre, de nada
valieron las súplicas y recomendaciones de la subsecretaria de Educación
Básica, Irma Adriana Garza, que defendió el desempeño profesional y trayectoria
intachable de la maestra de la escuela primaria
“5 de octubre”, la funcionaria de la SEP, la defendió de esta manera: "Es
un descuido involuntario, la maestra acompaña a sus alumnos hasta la salida de
la institución, no se percató que el menor se quedó adentro del aula", con
todo y que es una extraordinaria docente nada indecente, como quiera ya la
quemaron en todo el país, pobre Zulema, y eso que su lema era “al niño no se le
toca ni con el pétalo de un pellizco”, por lo pronto, tendrá que esperar hasta
el jueves (ayer) para que se resuelva su situación jurídica, espero que no pase
a mayores, digo, tampoco es para tanto, sugiero que la castiguen poniéndole
orejas de burro y la dejen encerrada en el rincón del salón por una semana
completa, además, que haga cien planas de: “no debo olvidar cuando reprendo a
mis alumnos”, en fin, que este incidente no tendría porque pasar a mayores, les
aseguro, asiduos fans, que si esto hubiese ocurrido en mis épocas de estudiante
de primaria, mamá hubiera felicitado a la profesora, incluso, como yo era bien
tragón, hasta lonche me hubiera llevado para que aguantara el castigo, no sé
qué ha pasado con estas nuevas generaciones, que de la tos les da el catarro,
que doña Zulema lo vea por el lado amable, ya se hizo famosa en un dos por
tres, ha aparecido en todos los programas encimosos que quieren llevar agua a
sus molinos informativos para ofrecer morbo a su clientela, no quiero ser
calienta chompas con las autoridades del DIF, pero la que se merece un
correctivo ejemplar es la vaquetona de la mamá del huerco, que por andar de
chismosa y jacalera no se dio cuenta de que su hijo no estaba en su casa a una
hora decente. Ya dije.
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