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jueves, 12 de enero de 2012

Implantes corrientes


Es el colmo, ahora resulta que, algunas mujeres que se pusieron chichis postizas, están en alto riesgo de contraer cáncer, y es que, según un estudio, los implantes mamarios, hechos en un laboratorio francés, fueron adquiridos por cirujanos plásticos mexicanos, ya que, como estaban muy baratos, estos paisanitos, que en todo ven el modo de ganarse unos centavos extras, han de haber pensando, que al cabo, nadie se va a dar cuenta de nada, con eso que todos se tapan con la misma cobija y nuestras autoridades sanitarias firman cualquier papel que se les ponga enfrente, sin antes hacer análisis concienzudos, por supuesto, que la alerta no se dio en nuestro país, si ya se sabe, que estos masiosares, no son capaces de detectar ni el sarampión, aunque vean a los huercos llenos de granos en todo el cuerpo, no sé, supongo que dichos artilugios rellenos de silicón corriente, no se vendieron en Francia, sino que, los pusieron a la venta en América Latina, y es que, hasta donde se sabe,  México ocupa el sexto lugar en cirugías estéticas y Brasil y Colombia están en ese mismo rango, lo raro, es que ha sido la Asociación Británica de Cirujanos de Estética Plástica la que encontró que los implantes PIP estaban hechos de silicona de bajo grado al parecer destinada a la producción de colchones, pero el asunto no se va a detener ahí, si se fabricaron 300 mil bolsitas rellenas de gel que están diseminadas principalmente en nuestro continente, al rato, van a salir muchas mujeres cancerosas, eso sí, y perdonen la mala broma, van a ser las muertas más chichonas del panteón, eso nunca lo he entendido, si ya nacieron con poco busto, pues que se conformen con lo que la madre naturaleza les otorgó, para que andan arriesgando la vida metiéndose esas cosas al cuerpo, finalmente, se pongan lo que se pongan, si ya pasan de los treinta años, sus viejos se van a buscar unas muchachas de 18, no hay que olvidar, que Dios si perdona pero el tiempo no, la juventud, dice el poeta, es un divino tesoro, no es lo mismo una señora de sesenta bien cuidada que una chamaca de 16 con toda su belleza en plenitud, ya que, aunque las damas de la tercera edad se embarren cremas carísimas en sus cutis de porcelana, no dejan  de ser una viejitas que de la tos les da el catarro, conste que no estoy atacando a nadie en particular, pero es que me da chingos de coraje que anden tentando al demoño colorado con esas chiflazones de querer sacar juventud del quirófano, lo que es peor, en el caso especifico de los implantes rellenos de silicón industrial, es que si se los retiran, como quiera, el daño ya está hecho, la verdad, es que de chico, yo no me acuerdo que se hayan dado tantos casos de cancerosas como en la actualidad, tengo un vago recuerdo de mi tía Raymunda, que de repente se sintió decaída, quesque padecía de tiricia, y de tiricia se murió, nada más que en aquellos años la gente se moría y uno la enterraba, sin saber de lo que había muerto, además, en este globero pueblo, pues no es que hubiera tantos laboratorios científicos para la investigación acuciosa, si muy apenas, había vacunas suficientes contra la polio en el centro de salud, en fin, que esto de las chichis postizas ha traído sus graves consecuencias para las caprichosas féminas, que son veleidosas, voluntariosas y enrabiadas, ya que de que se les mete una idea entre ceja, oreja y sien, no hay quien se las quite de la chompa, pero como decía mi tía Pomposa, allá ellas y su mala cabeza, que al cabo por chifladas pagan por sus pecados capitales, que no sé si eso de la ambición de ser bellas sea tan malo como el de las gordas que comen nomás por pura ociosidad, no conozco a ninguna mujer de Nuevo Laredo que se haya hecho una operación de esas, que eso, es para puras nacas, nuevas ricas o de plano para pirujas prófugas del tubo. Ya dije.

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