Yo entiendo que no se puedan tramitar las actas de
nacimiento de otros municipios en las oficialías del Registro Civil del globero
pueblo, pero a poco, los hijos de su segura socioprogenitora del IMSS, no
podrían tratar de ser lo menos exigentes posible para que los foráneos pudieran
obtener su credencial del AdIMSS, la verdad, no sé que tanto hacen los
delegados defensores de los derechohabientes, si, estos burócratas con aliento
de tacos de a peso, hacen lo que se les hinchan las ganas con los pobres
pacientitos cuyo viacrucis empieza desde el escritorio de la recepcionista
chafa que se la pasa mascando chicle y hablando por teléfono todo el día con
sus comadres, por lo visto, estos empleados de quinta categoría, no se han percatado
de que las prebendas que perciben, provienen de las cuotas de los trabajadores
afiliados, pero en este país donde las instituciones son de a mentiritas, nadie
se apresta a defender a los más jodidos, que en sus amanerados discursos los
políticos saltimbanquis describen como “los que menos tienen”, en la nota de mi
compañero Daniel Sandoval, Juan de Dios González, responsable de los módulos de
credencialización, dice que, por lo menos, dos de cada diez personas tienen ese
problema, pero este señor, o no tiene dos dedos de frente, o se quiere pasar de
listo, a poco no le servirá como prueba fehaciente una credencial de elector
para efectos de identificación mientras el derechohabiente, realiza los
arreglos pertinentes de sacar el acta en su terruño natal, tiene que haber
alguna manera de ayudar a estas pobres gentes, que ganan el salario mínimo y no
podrían costearse el viaje a sus lugares de origen, en este caso, tal vez, la
señora Martha Alicia Aldapa de Galván, quien me parece una dama de buen
talante, a través del DIF pudiera realizar en montón los trámites de varias
personas con este escollo burocrático, por cierto, quiero felicitar a la esposa
de nuestro galardonado alcalde Benjamín, ya que, ha estado repartiendo despensas
y colchas a los viejitos, esa es mejor obra que andar regalando juguetes a los
niños, que, como decía mi amá, al rato los huercos los traen todos
desvencijados en el patio, pero cualquier beneficio que se les otorgue a los
ancianos, por pequeño que sea, es de gran ayuda para los que no tienen más
seguridad que la inminente muerte lenta con su magra jubilación de mil pesos
mensuales que no les alcanza ni para mantener el alma uncida al cuerpo, lo peor
del asunto, no es el embrollo del papeleo de los usuarios del Seguro, sino que,
andan metiéndose a ver qué tajada sacan, diversos despachos de abogados, y
estos, no se andan con miramientos, se van sobre el bulto para esquilmar a los
incautos que se dejen, en fin, espero que eso tenga solución expedita, lo malo
es que, mientras se llega a un arreglo, las gentes están sin atención médica, y
francamente, no soy tan malhora como para aconsejarles que vayan a consultar al
hospital general o al civil, que ahí te matan antes de internarte, yo, gracias
a Dios, no tengo seguro social, siempre he sido muy sano, también es cierto,
que cuido de no enfermarme tomando las precauciones adecuadas para mi avanzada edad,
porque no es que, me ponga en el tocadero para que me toque una de esas
pulmonías cuatas en estos aironazos encontrados, y eso que mi señorial residencia
de dos cuartitos, tiene la puerta de calle orientada hacia el norte, así que,
si toca el abonero de la casa Támez, pues no le abro, que al cabo, como el aval
es mi tío Zenón, y es bien prángana, no podrían mandarme a la fuerza pública
para sacarme el abono de la semana, conste que no soy tracalero, pero prefiero
no arriesgar mi integridad física, no quiero ser socarrón, pero así como hay un
jefe del sindicato de empleados del IMSS que los protege contra los abusos de
dicha institución, no habrá alguien que defienda a los derechohabientes de los
abusos cometidos en su contra por esos mismos empleados.
domingo, 8 de enero de 2012
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario