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viernes, 4 de marzo de 2011

Presunta Censura

No entiendo las razones, por las cuales todo México se declara sorprendido por el documental “Presunto Culpable” o solamente que se refieran a otra nación con el mismo nombre y yo no me haya enterado de su existencia, si eso de las dos pesas y dos medidas de nuestra justicia a la mexicana, es más viejo que caminar para adelante, con decirles, queridos lectores, que en la época de nuestro benemérito don Benito Pablo Juárez García, el prócer aseguraba que: “para mis amigos justicia y gracia y para mis enemigos la ley”, aunque hay algunos desmemoriados, que le atribuyen la frase al káiser mexicano don Porfirio Díaz, cualquiera de los dos que haya sido, ambos personajes han influido de manera determinante en el curso de la historia de nuestra patria, así que, ese decreto imperial, no escrito, se ha aplicado en todos los tiempos con puntualidad corrupta.

“Presunto Culpable” muestra un caso en el que se acusa de un asesinato a un joven hombre, al que sin mayores pruebas, se le condena injustamente, los productores de dicho largometraje, con cámara en mano, se dedicaron de tiempo completo a filmar cada diligencia a la que fue sometido el pobre sujeto, que sin tener dinero para pagar un abogado, aceptó al denominado defensor de oficio, al que todo delincuente tiene derecho, es decir, yo papá gobierno te chingo, pero para que todo sea legal, te pago un tinterillo de poca monta para que te defienda.

Mi domicilio particular siempre ha sido el mismo, es decir, enfrente del terreno que ahora ocupa la placita Miada (antes Libertad), en donde antes estaba enclavado el tristemente célebre Penal de La Loma, y desde tiempos inmemoriales, los vecinos del barrio, fuimos testigos de muchos atropellos contra inocentes, claro que también nos percatábamos de las anomalías que se suscitaban en dicho reclusorio, presos de alto pedorraje que se escapaban por las noches y regresaban en las mañanas, pero no crean, asiduos fans, que se trepaban por las paredes como las arañas patonas, sino que salían muy orondos por la puerta principal, con la anuencia de las alcahuetas autoridades penitenciarias, claro que los directivos de la cárcel, que aparecían publicados en los periódicos con caras de blancas palomitas, bien que sabían lo que hacían para hincharse de billetes, pero mejor no digo más, no vaya a ser la de malas que todavía ande uno de esos malandrines funcionarios y me vaya a echar la aburridora, les aviso a los que tengan ganas de partirme el hocico, que estoy bien protegido con una cruz bendita de san Benito el exorcista mayor, así que ni los espíritus chocarreros podrían hacerme daño, bueno, pues les comentaba acerca de que la corrupción ha sido uno de los modus vivendi de cada generación de mexicanos, entonces, pues no hay nada de qué extrañarse de todo cuanto se ha podido ver en la mentada película, digo, si eso hubiera sido en Holanda, Dinamarca o Suiza, pues si sería una novedad digna de una saga, pero siendo en México, hasta se me hace raro que haya causado tal revuelo, pues todo iba muy bien, hasta que una jueza suspendió de manera provisional su exhibición en las salas, ya que Víctor Manuel Reyes, uno de los “actores” a cuadro del filme “reality” demandó a los productores, supongo que será de mayor beneficio para la denuncia mundial de corrupción de la cinta de Roberto Hernández y Geoffrey Smith que ni cineastas son, lo que es un hecho, es que en nuestro país no existe la figura jurídica de presunción de inocencia, aquí es al revés, eres culpable hasta que no se compruebe lo contrario, la cinta exhibe de manera fehaciente y descarnada la obsolescencia de la procuración de justicia en Meksicalpan de las tunas, a ver qué ocurre en los siguientes días, ya se sabe que en las leyes paisanas, hay tantos vericuetos, que para un abogado que madruga siempre hay otro que no duerme, y una de las productoras ejecutivas asociadas en “Presunto Culpable” es la abogada Ana Laura Magaloni, una de las especialistas más renombradas en derecho constitucionalista, a ver de qué cuero salen más correas.

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