Lady Gaga

Lady Gaga es una de las estrellas gringas más sugestivas de los últimos tiempos, tanto así, que con sus polémicas apariciones, ha logrado aparecer en todos los programas faranduleros de la televisión y en las portadas de las revistas amarillistas que se dedican a cazar esa clase de noticias para vender millones de ejemplares de sus pasquines a los fans que la siguen en manadas a donde quiera que se presenta, por ejemplo, hace poco, ante los desconcertados ojos de los asistentes al evento, se paseó por la alfombra roja de la entrega de Los Grammys, metida en un huevote, y no crean, queridos lectores, que estoy haciendo uso de una metáfora, sino que eso pasó en la realidad, claro que sus adoradores alrededor del planeta, festejaron ruidosamente la ocurrencia, pero eso no fue todo, resulta que, la Fame Monster, poco después, declaró, al popular conductor Ryan Seacrest, una locura inimaginable.

“Estuve metida ahí por unas 72 horas. Fue una experiencia bastante creativa. Para mí, era el momento para preparar y pensar realmente en el significado de la canción, y así tener lista la presentación. De verdad quise nacer en el escenario. Estar dentro de la cápsula me permitió mantenerme concentrada. La pusimos tras bastidores, para que de esa manera yo pudiera estar más inmersa en esta especie de creativa, embriónica incubación. Esto es lo que soy, Ryan. Siento mucha pasión por esta canción y el significado completo del álbum”.

Eso ha sido lo menos escandaloso, que ha hecho la tal Lady Gaga, naturalmente que con tales desplantes, ha logrado desplazar a las otras estrellitas, ahora que caigo en la cuenta, alguien me podría decir a dónde está Britney Spears, y es que, la supuesta princesa del Pop, se ha desaparecido del mapa artístico, de Madona no hablo, porque esa vieja merece que le levanten un busto, y es que a sus casi sesenta años, todavía anda alzando la pata hasta el techo en las rebuscadas coreografías que presenta en sus giras mundiales, no que yo sea un viejillo flatulento, pero hay veces que quiero ir a dar la vuelta a la placita Miada, y me canso nada más de imaginarme, que tengo que subir los escalones que están ardiendo, a veces me da la impresión de que, La Chica Material, en una de esas machincuepas, va a quedar toda torcida, la verdad, es que, aunque la cantante todavía esté de muy buen ver, debería de ir pensando en el retiro, porque al rato, Dios no lo quiera, va a dar el marranazo en pleno escenario ante la vista de todo el mundo, supuestamente, uno de los grandes sueños de esta bataclana, es morirse en las tablas, como si eso fuera el éxtasis de su carrera, si ya lo han dicho, antes que yo, los grandes sabios, lo que nace, crece, se reproduce y muere… Y esta no tarda en rendir cuentas al Dios del espectáculo.

Otra de las proezas exóticas de Lady Gaga es que se ha transformado físicamente de manera paulatina, ahora se le ve la cara más afilada, altos los pómulos, carnosos los labios, en fin, que ya no es ni la sombra de lo que fue algún día, incluso, en el programa de Jay Leno, popular conductor de la televisión gabacha, se presentó con cuernos, y no se sabe, o al menos no se ha confirmado, si es un implante superficial, es decir, como una de esas transfiguraciones artísticas producto del maquillaje, o una intervención de cirugía plástica, claro que en los días siguientes, los periodistas dedicados a andar detrás las 24 horas detrás de las súper estrellas, ya contarán de que se trata el cuento, por si esto no fuera suficiente, siempre se ha especulado de que La Gaga es hermafrodita, o sea que mea parada, pero ella lo ha negado de manera rotunda, dice que es mujer cien por ciento y que a las pruebas se remite, pues de lo que tiene que enterarse uno, como decía mi tía Concha, en una de sus jaculatorias favoritas… “Jesucristo redentor, aplaca tu ira y tu rigor”. Yo, por mi parte, me doy cuenta de que, ya no hay temor de Dios. Me cái.