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jueves, 23 de septiembre de 2010

UNAM, cien años

José Narro, rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, habló ante el congreso para anunciar a los legisladores que nuestra máxima casa de estudios ha cumplido su misión de educar con el ejemplo, bueno, no lo dijo así tal cual, pero es un hecho real que a cien años de su autonomía, dicha institución se ha sostenido contra viento y marea, luego de haber sobrevivido a épocas infames en que los dueños del país le negaron la posibilidad de crecer, al escamotearle los apoyos económicos necesarios para proseguir con su enorme tarea educadora, ya sé que al interior se mueven aviesos intereses, pero a pesar de los enemigos propios y los extraños, la UNAM sigue latiendo en el corazón de México.
Don José Narro los exhortó a no escatimar ni un solo peso para la educación superior, la ciencia y la cultura, y es que, ya se sabe, que la universidad, ha trabajado con las puras uñas, no soy un experto en estas cuestiones, con trabajos me sé completa la tabla del nueve, pero del Producto Interno Bruto del país, apenas le dan una rascadita para otorgarle dinero fresco para el desarrollo de las investigaciones, otro tanto para el auge de la cultura, un poquito más para apoyos escolares que se convierten en becas e incentivos, lo malo es que no alcanza para todo, y por si fuera poco, tienen ahí como tarea diaria, el sismológico y el observatorio, o sea que estos dos pesos como los de la carta a Eufemia, no sirven para solventar los gastos más apremiantes, sin embargo, el poco dinero que está en las arcas nacionales, se despilfarra en pachangas francamente insultantes ante la miserable condición de vida de más de 40 millones de mexicanos que viven en la pobreza más atroz.
El rector de la UNAM dijo que el verdadero progreso no se puede generar entre "la desigualdad y la exclusión" y la siguiente frase es lapidaria para los dueños del país: “México tiene que dar "el gran salto de la desigualdad a un México con equidad, solidaridad y justicia social, donde la opulencia y la miseria se moderen". Advirtió que todos estos problemas no tendrán solución si México sigue por el mismo camino. "Si no se efectúan reformas de fondo, si no se ponen en prácticas políticas alternativas, si no imagina y traza un nuevo proyecto nacional". Lo único malo es que todo eso que dijo, fue a decirlo al lugar equivocado, si a esos hijos de su re polaca progenitora, son a quienes menos les interesa que se mejoren esos rubros, solamente que en el uso de su retórica retorcida, se han atrevido a decir que todos debemos hacer un frente común para abatir los males que nos agobian, como si nosotros, pobres mexicanitos jodidos, realmente pudiéramos hacer algo para remediarlo, los creo capaces de decir que no toda la culpa es de ellos, que la sociedad civil, término acuñado para describir a la ciudadanía que significa exactamente lo mismo, o sea, los que nos partimos la madre para sobrevivir, tenemos que contribuir para sacar al país del atolladero, como si nosotros lo hubiéramos metido.
Cien años de la UNAM son dignos de una gran celebración, si tomamos en cuenta que de esa casa de Estudios han surgido las grandes mentes que si les sube agua al tinaco y con su sapiencia han contribuido a que el daño, provocado por las malas decisiones gubernamentales, haya sido menos cuantioso, conste, queridos lectores, que lo que aquí escribo es de absoluta buena fe, que no pretendo ser analista político, digo lo que pienso, a veces lo que siento, y siempre lo que considero justo para tratar de que entendamos juntos lo que requiere nuestra nación para transitar tersamente de la fallida democracia a una verdadera unión de fuerzas que transforme a nuestra patria en un país en el que nos sintamos libres y en el que, por fin, y de una vez por todas, podamos vivir en santa paz. Ya dije.

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