La revista GQ es como el club de Tobi, es decir, no deja entrar a ninguna mujer a sus páginas, bueno, si acaso, a una que otra modelo en un anuncio publicitario, pero nunca como protagonista de los artículos de moda, yo he hojeado la publicación, claro que cuando he estado en casa de alguna señora de alto pedorraje de esas de doble copete, ya que nunca he ido al puesto a pagar un dineral por asomarme a estas vanidades, quienes me conocen en vivo y a todo color podrán dar fe de que soy muy desaliñado, a mi no me importa la calidad de las garras, igual me puedo vestir un pantalón Medalla o una camisa Manchester, finalmente no tengo la mejor apariencia para lucir nada de lo que me ponga, para acabarla de chingar, camino de ladito como si fuera a recoger piedras, ése sello peculiar de mi formar de estar, se lo debo íntegro a mi sacrosanto padre, que orita anda peor porque se luxó un pie y aunque mi hermana Nena lo sobó con árnica y se tomó una flanax, todavía trae la pata hinchada como sapo en tiempo de aguas, elegante lo que se dice elegante es don Juan Pérez Ávila, que en sus tiempos mozos, según ha contado en su Plus Ultra modelaba ropa de Joe Brand, incluso, hasta el propio dueño le regalaba prendas, pero él si es un figurín, camina con soltura sobre una línea imaginaria y luce su porte distinguido con altivez pero sin arrogancia, erguido en su investidura de editorialista afamado, sin duda, yo lo pondría en el topuan de los mejores vestidos del pueblo globero y es que en nuestro solar porteño casi todos, por no decir que todos, son viejos gordos con panzas de lonjas de doble olán y no quiero ofender a nadie con mis palabras, pero esa es la neta, hay uno que otro, a pesar de su obesidad, que se salva.
Eugenio Hernández nuestro jolivudense gobernador que también luce su percha con gallardía norteña, conste que no recibo sobrecito blanco con el vale de 50 pesos para gasolina, se ve bien con lo que se ponga, bueno, ya entrado en el terreno de la política, Ramón Garza Barrios nuestro carismático alcalde se pasea en su cotidiano atuendo informal con buena disposición, tal vez lo único que le criticaría es que trae al lado una runfla de funcionarios mal fajados con cuerpos de exuberantes obispos, otro que se siempre anda a la línea es el ex presidente del club de Leones Rubén López Escamilla que parece salido de la revista a la que me refiero en la presente Guillotina, por si fuera poco, siempre sabe que ponerse para la ocasión, sin salirme del círculo exclusivo leonístico, Noé González Cantú quien actualmente es vicepresidente de Distrito felino, se luce impecable en cada evento, no quiero olvidar al Dr. Braulio Peña Pimentel quien siempre anda trajeado aunque el sol se esté derritiendo a plomo.
El evento, al que asistió la crema y nata de la sociedad madrilense y el jet set internacional, se efectuó en la embajada italiana de la capital española, el diseñador Ermenegildo Zegna, fue el encargado de entregar los premios a los hombres con más estilo del planeta: Chris North, Paul Sculfor, Martín Rivas, José María Manzanares, Luis Medina, Fernando Sarasola y Francisco Ortíz Von Biskmark, George Clooney, Jude Law, Daniel Craig, Tom Cruise, Johnny Depp, Andrea Casiraghi, el Príncipe Guillermo de Inglaterra, Roger Federer y Fernando Tovar Alonso okei ya sé que yo no pertenezco a esta lista, pero se me antojó incluirme, si muy apenas me alcanza mi sueldo para vestirme de la Casa Raúl, Rolando’s y El Cañonazo, naturalmente que no me afrento, si ese es mi nivel, tampoco puedo presumir de que los Armanis atiborran mi ropero del quince y medio.
La estrella de la noche, Chris North (Mr. Big en Sexo en Nueva York) recogió de las manos de Javier Fernández de Angulo, director de GQ y Paolo Zegna, de Ermenegildo Zegna, el premio al hombre más elegante y recordó que cuando les comentó a sus amigos que había recibido ese premio, ellos, en plan jocoso, exigieron un recuento de voto por voto, casilla por casilla.
jueves, 2 de septiembre de 2010
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