Carmen

Hace unos días, comenté acerca de Carmen Segura, y me han llegado varios correos electrónicos para pedirme los días exactos en los que, esta vidente espiritual (no sé si sea correcto el término) estará en nuestra ciudad durante el inminente mes de noviembre, la verdad no le he preguntado a Gaby Hinojosa, directora de la revista Hera que se intercala en este periódico Líder Informativo, pero supongo que en los anuncios comerciales se ha de haber publicado con precisión para quienes deseen estar presentes en dichas pláticas, francamente a mi si me interesa asistir, porque siempre he sido creyente en Dios y su santísima prole, tampoco, quiero presumirles, asiduos fans, que dentro de mi alma moran estos luminosos seres, si ya ustedes me conocen, que soy bien cabrón, pero tampoco soy como el alma de Judas, no de balde Diosito me tiene en su lista de consentidos, no me digan que no, a poco no es verdad lo que les confío, no soy rico, pero jamás me han faltado tortillas de harina con frijolitos que llevarme la boca, y por si fuera poco, también me alcanza para comer carnita de vez en cuando, no digo que todos los días, pero si cada dos semanas, que ya no hay dinero que alcance para darme esos lujos, resulta que Carmen, según información que Gaby Hinojosa me ha enviado, desde huerca andaba viendo ángeles por todos lados, que no es lo mismo que moros con tranchetes, que esos son otros, y cada vez que se le presentaban pues la niña no sabía ni qué hacer, hasta que ya crecidita un sacerdote le dijo que tenía una misión aquí y por eso no debía provocar tantos problemas, pues dificultaba mucho su vida. Cuando cumplió 25 años, por sugerencia del sacerdote Rosas empezó a prepararse y a tomar cursos de meditación, yoga, reiki y energía universal, entre otras disciplinas. “Él me ayudó mucho, yo lo admiraba. Al principio sólo lo acompañaba a sus conferencias, pensaba que nunca podría hacer algo así. Sin embargo, él siempre me animaba, por él conocí a mucha gente del medio esotérico”.
Carmen Segura, es de esas mujeres predestinadas a servir de conexión entre el mundo espiritual y las personas, no quiero decir que sea una santa, porque su apostolado no se trata de santidad, sino de una labor tesonera, de mucho esfuerzo diario para no perderse en el camino y no desviar sus intenciones que son solamente de guía y apoyo: “Cuando yo tomé conciencia de que era un instrumento para que ciertas cosas pasaran, lo acepté. Entendí la repercusión del trabajo angélico, que es guiar para lograr que las personas alcancen la felicidad en sus vidas, se necesita conciencia sobre sus actos equivocados. Sólo así pueden enmendarlos y alcanzar la dicha plena”.
Un día, una mujer que también se comunica con los ángeles, me dijo algo muy raro, que todavía no entiendo bien, a ver, se los explico, que cada una de las personas tenemos un ángel que nos cuida, yo creí que eso era nada más la oración para dormir, pero lo más extraño fue que me dijo que el mío era el arcángel Gabriel, o sea, el mismo que le anunció a la virgen María que sería la madre de El Salvador, claro que entre mi pasmo y la incredulidad propia de un ser tan imperfecto como soy, entendí que no es que sea muy especial, que si lo soy, en el sentido de que mi buen Dios nunca me ha dejado de su mano, y eso que mi vida no ha sido del todo fácil, sino que El Altísimo en su indulgencia y gran amor por sus hijos, nos pone en manos de sus ángeles para que nos resguarden de todo mal, ya sé que mis detractores han de estar diciendo que me lleve la misma que me trajo, pero como decía mi tío Zenón que era bien católico, no les hagas caso a los que te desean mal, porque se vuelve decreto en tu vida, mejor regrésales bendiciones para neutralizar sus injurias, pero yo como lo único que tengo de espiritual es una imagen de san Juditas de yeso, mejor les miento la madre por si las dudas. Ya dije.