Ya les he dicho, queridos lectores, que soy un asiduo tuitero, es tal mi adicción que estoy rankeado como el twitterholico número uno de los usuarios que hablan español, ya sé que no es una posición para presumirla, pero tengo que reconocer que me he pasado 12 horas en dicha red social, dirán ustedes, pues éste qué le ve a semejante pasatiempo y yo les contestaré: a ustedes qué chingaos les importa, bueno no así, pero a veces me gana mi idiosincrasia norteña, la verdad es que al principio lo tomaba como una manera accesible de permanecer en contacto con el mundo exterior, andando el tiempo, se transformó en una compañía ineludible, quizás me acostumbré al hecho real de que siendo tan impersonal pues no había mayor obligación de establecer los vínculos afectivos que yo mismo propiciara.
Siendo pasadas las dos de la mañana, mi taimlain se empezó a convulsionar, varios tuiteros del D.F lanzaron la alerta de que estaba temblando muy fuerte, como yo viví varios años en la capirucha entendí perfectamente el pánico que los abrumaba, uno de ellos dijo que lo había tumbado de la cama y eso significa que fue trepidatorio, si ustedes nunca han estado en una zona sismológica les diré que se trata de una especie de sangoloteo como si uno se hubiera trepado encima del lomo de un potro encabronado, claro que a veces no es tan impactante sólo se percibe un aterrador suave vaivén, naturalmente que yo, con el afán de tranquilizar a los apanicados residentes de la ciudad de México, les dije que a lo mejor no era un temblor sino que Carstens se había caído de la cama, algunos se rieron y otros, los menos, me recordaron que mi mamá me amaba, ya saben ustedes como son algunos chilangos que malagradecidos no toman en cuenta lo que uno hace por ellos.
Otro tuitero comentó que antes de que empezara el temblor los perros empezaron a ladrar de una manera extraña como si tuvieran un cadillo clavado entre la rabadilla y el cuajo, lo cual era un síntoma inequívoco que algo malo estaba por pasar, dicho y hecho, transcurridos unos instantes empezó el desmadre, se prendieron las alarmas, los vecinos bajaron como los pescó el temblor, es decir, en saltitos de cama, calzones, pijamas ridículas y algunos casi en pelotas, en esas instancias de catástrofe nadie se detiene a acicalarse ante el espejo, además todos los muebles y adornos se cayeron en el primer estremecimiento de tierra, así que en menos del conteo de diez de un réferi de boxeo, los habitantes asustados ya estaban en las banquetas de sus edificios con el corazón queriéndoseles salir del pecho, no sé si los tuiteros lo que los anima a no dejar el blackberry es su afán de no perder la conexión al mundo, pero muchos de ellos, empezaron a lanzar sus tuits casi desde el preciso momento del inicio del temblor que según informes del sismológico nacional tuvo un registro de más de seis grados.
Pasado el susto, ellos mismos empezaron a bromear con el suceso y emitieron divertidos tuits que si a la Featriz Paredes se le había caído el molcajete que se cuelga para los grandes eventos o que Guille Franco se estaba peleando con su novio Javier Aguirre y andaba pateando todo lo que encontraba a su paso, a mi me gustó uno que me causó mucha gracia por lo patético del asunto y en medio de la tribulación aligeró la pena de los afectados: “ya se registró la primera tragedia: Felipe Calderón salió ileso del temblor” claro que eso fue en tono de broma que nadie es capaz de desearle la muerte a alguien, que bastante tenemos con las tragedias que estamos viviendo, y otro en el que se leía que había alerta de Tsunami en las playas de Ebrard, así que el miércoles se terminó movidito, pero en medio de la alarma general, como suele ocurrir entre la mexicanada, la risa fue el mejor remedio para aligerar lo que pudo haber terminado en una inconmensurable tragedia.
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1 comentario:
Hola, Fernando, me alegra saber que tú y tu gente están bien. Algo le pasa a nuestra America, tiembla demasiado. De Venezuela lo entiendo, y tal vez México, hemos sacado tanto petróleo que debe haber un hueco. Buena la broma sobre el presidente Calderón, pero aún ese lo envidiamos, lo peor es la locura lironda y moronda, créeme. Como siempre es un placer leerte, noté que publicaste algo sobre Ronaldo, otra vez, ja ja ja. ¿De verdad pasas tanto tiempo en esas redes sociales? Yo me aburro. Un abrazo desde Caracas.
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