Alex desnudó a Monterrey

Alex ha dejado al descubierto a Monterrey que según está considerada una de las mejores ciudades del mundo para vivir, y si con una tromba sea cual sea su capacidad destructora han sufrido tan graves daños, significa que no está bien construida, y eso que los regios se las han dado de buenos planificadores urbanos, lo malo es que como en todos lados se cuecen habas, también ha de haber algunos funcionarios que reciben mordidas por dejar fraccionar en lugares prohibidos, porque yo pude ver que en una colonia de esas cerca de las cañadas, una señora comentó que a unos metros pasaba un río que taparon para levantar las casas de la colonia residencial, y el aluvión de piedras y lodo hizo surco por la principal avenida destruyendo todo a su paso, y claro, pues es que la naturaleza tiene memoria y aunque le hayan tapado su afluente natural pues el agua busca salida y se va exactamente por donde siempre había fluido desde que el tiempo es tiempo, así que ahora habrá que buscar a los culpables de esa infamia que creían que nunca se les iba a descubrir, porque ni modo que con toda la lluvia que cayó sea posible que varias zonas se hayan visto afectadas de esa manera.
Lo peor no fue eso, que como quiera lo material se repone, sino las vidas que ha costado la ineptitud, la arrogancia, la prepotencia y sobretodo la gran corrupción de funcionaros coludidos con los fraccionadores de predios que no tenían ningún costo dadas las condiciones topográficas, que nada más por codiciosos los pusieron a la venta a los ingenuos padres de familia, que como suele ocurrir, se dejaron deslumbrar por los accesibles pagos mensuales, lo que a la postre les conllevaría a aceptar que si las autoridades especialistas en planeación urbana otorgaban el visto bueno, pues nada grave les podría pasar si levantaban sus casas en dichos lugares que son parajes muy bonitos con cerros altos, paisajes arbolados y contando con los servicios indispensables para vivir en perfecta armonía con la naturaleza circundante.
No quiero decir con esto, que los pusieron en suerte para que les sobreviniera la catástrofe, si nadie, ni siquiera el meteorólogo más experimentado hubiera podido prever que Alex pasaría por encima de Monterrey con tan desmedida fuerza, pero bien lo decía mi tía Crisanta; piensa mal y acertarás, así que no hay disculpa posible para lo que bien se pudo haber evitado, que teniendo la información de donde se colocaban los vecindarios, hubieran tenido la mala uva de haber firmado los permisos para que se levantaran las casitas que si me pongo en modo de ave agorera, les pudo haber costado las vidas a muchos miles de habitantes de esa zonas de alto riesgo.
El huracán Alex desnudó a Monterrey y sus hábiles comerciantes inmobiliarios, que por andar de mercaderes abusando del candor y la necesidad, se han visto envueltos en este lío de proporciones de hecatombe, y digo, nada se puede ocultar para siempre, porque bajo este cielo que nos cubre a todos, la verdad sale a flote más temprano que tarde, y eso sí, de seguro no habrá culpables de esta infamia, ya que como son juez y parte, ni modo que se echen lodo unos a otros, ya verán cómo le hacen para salir airosos de este mega fraude, mientras tanto que se haga lo posible por devolverles sus pertenencias a los que perdieron todo, ya que muchas familias se quedaron nada más con lo que llevaban puesto, y que quiten esos fraccionamientos para que no les vuelva a ocurrir semejante tragedia, a ver ahora que hacen con este desmadre que permitieron los administradores de los tres poderes de la regia ciudad sultana, claro que ahora nadie piensa en eso, como suele ocurrir después de haber estado en peligro de muerte, se sacuden las ropas, respiran aliviados y agradecen a Dios por seguir vivitos y coleando, ya que pase el susto, vendrán los justos reclamos y la exigencia de justicia expedita para los que se quedaron con una mano adelante y otra, atrás. Ya dije.