Perros cagones en D.F

La deslumbrante Ciudad de México posee una atmósfera de siglos, no se le asemeja ninguna otra metrópoli del mundo, y no, no me ciega el amor que le profeso a esta entrañable región transparente del aire, lo único que me disgusta, es que, a la gente le encanta tener perros como mascotas, no tendría nada de malo, si todas esas buenas personas, tuvieran la cortesía y civilidad de recoger las mierdas que hacen sus preciosos animalitos, pero nadie limpia lo que sus perros arrojan a la vía pública, lo digo con todo comedimiento, si quieren sacar a pasear a sus perros, eso me parece muy correcto, pero antes de que salgan, que el firulais o el solovino hagan sus necesidades en sus respectivas casas, no voy a decir el rumbo por donde vivo, pero es un barrio de antigua raigambre, en el que coexisten gentes de toda índole y procedencia, se respiran aires de intelectualidad por doquier, mosaico pluricultural crisol de pensamientos diversos y nacionalidades varias, arquitectura vieja que convierte al paisaje del asfalto en una suerte de milagro cotidiano en el que perviven los hombres de todas las eras, es en este contexto, en el que se mueven los seres como una estadística y no como individuos, todos son invisibles hasta que no los toca la mano de la veleidosa Diosa fortuna, es entonces, cuando se levantan a vivir con identidad propia, además, el DF es un lugar tan agradable para que pase la vida -y la muerte- que es una verdadera pena que huela a caca  de perro, eso si, para que voy a mentir acerca del tema, no hay perros callejeros, y no, no voy a hacer el chiste tan desagradable, en el sentido de que hay muchas taquerías, pero eso agrava el problema, ya que, todos esos perros que defecan y orinan en las calles, tienen dueños, así que, lo hacen con permiso de sus amos y bajo su vigilancia, hay un término que no me gusta mucho que digamos, pero que explica el problema de salud pública al que nos estamos enfrentando, "fecalización", o lo que es lo mismo, caca pulverizada flotando en la atmósfera que provoca miles de problemas de salud, y no quiero asustar a nadie, pero hay miles de toneladas de heces que respiramos y comemos todos con consecuencias fatales de muerte lenta, cada persona tiene derecho a disfrutar de la compañía de un animalito, siempre y cuando asuma la Responsabilidad que implica tener conciencia ambiental, este problema es mas urgente para resolver que lo de los animales del circo, pero nadie se quiere aventar al ruedo, ya se sabe como son los políticos de electoreros y están seguros que si empiezan a legislar en contra de los dueños de los perros, van a perder muchos votos, y a la que por poco le toca en suerte, ser un número  más en las estadísticas de los miles de asesinatos en Tamaulipas, es a Lety Salazar, alcaldesa de la Heroica Matamoros, pero eso les pasa a estos políticos que quieren fingir que en nuestra comarca no pasa nada, y ahora, como les está pasando a ellos, entonces si está ocurriendo, pero cuando le toca la de malas a Juan Pueblo, ahí si dicen que no hay violencia en nuestra región, por supuesto que no le deseo mal a nadie, pero cuando uno de estos atentados son a servidores públicos, todos los reflectores están encima de ellos y la noticia la transmiten a todas horas y por todos los medios disponibles, hasta en los internacionales, lo bueno de esta tragedia es que ahora ni modo que digan que no hay violencia en nuestro estado, deseo de todo corazón que a la familias de los escoltas que cayeron ultimados en el cumplimiento de su deber, que tenga pronta resignación ante el infortunio, lamento profundamente que hayan sido las víctimas fatales de este atentado, espero, por el bien de todos mis paisanos tamaulipecos que esta vorágine se termine cuantos antes, ya que, si sigue esto así, al rato, los únicos que quedaremos en pie, seremos los que hemos huido del estado fallido de Tamaulipas a otras entidades que si nos protegen y no echan mentiras a sus ciudadanos. Ya dije