Los 43 son apoyados y odiados al mismo tiempo

Los ciudadanos comunes y corrientes, esos que hacemos cola para comprar las tortillas o pagar el recibo de la luz, somos chingaquedito, en un pueblo chico como Nuevo Laredo, que es donde tengo la suerte de haber nacido, no se nota mucho, pero en una metrópoli como la gran capital, se descarna la realidad, y es que, durante las marchas de protesta por la desaparición de los 43 normalistas, el tráfico de paseo de la Reforma, que es, sin duda, la avenida más hermosa del mundo, se atrancaba, había momentos, en que se hacia un nudo ciego y los automovilistas no podían hacerse ni pa'tras ni pa'delante, era entonces que los desesperados capitalinos, empezaban a gritar: "pónganse a trabajar pinches huevones", pero ya que las autoridades del Distrito Federal decidieron poner fin a todas esas prácticas, que son una eficiente válvula de escape para oxigenar la rabia de los protestantes, ahora, les echan en las redes sociales, y de represores malditos no los bajan, es decir, si las autoridades permiten las marchas, son muy pendejos, y si las impiden son unos hijos de la chingada, con nadie quedan bien, el primer día que observé una protesta multitudinaria, me emocioné al percibir la fuerza de voluntad de la gente de a pie para exigir sus derechos, pero me dio mucho coraje ver a unos hippies que con odio daban de patadas a un jarrón de bronce del siglo pasado hasta que lo dejaron todo abollado, todavía encima le rociaron pintura, y otros, con maldad inaudita, sin remordimiento alguno, arrancaban las plantitas, soy muy respetuoso de las demandas de cualquiera, pero no soy partidario de que en aras de la justicia se cometan injusticias, y don Enrique Peña Nieto, con una comitiva que le sirve las veces de comparsa, está de visita en el Reino Unido y ya están deambulando las fotos a través de las redes sociales, en una se aprecia al presidente de México a bordo del carruaje real que visto desde una perspectiva contemporánea se le ve muy cursi, obsoleto y desfasado, me refiero al vehículo no a la monarca británica, lo cierto, es que, el bien peinadito soberano de estos feudos meshicas, luce como una estrella de cine, y no es para menos, dicen, los que saben de los asuntos de la moda, que sus trajes no bajan de siete mil dólares, y como buen chaparro, es afrentoso, así que, se ve bien entre tanto inglés descolorido, además, el pinchipe Carlos es más feo que un carro por debajo y al lado de Camilla, LadyGaviota es la verdadera princesa, no les había querido decir, asiduos fans, pero algunos de ustedes, me han reclamado que sea tan grosero y patán, al usar palabras malsonantes en la confección de esta columna, y a decir verdad, tienen toda la boca llena de razón, les juro por ésta, que he tratado de cambiar para complacerlos, pero chingado, por más, que he hecho el intento, no puedo, a lo mejor, es que estoy bajo el
influjo de algún espíritu chocarrero que me empuja a la vulgaridad, pero siempre he sido así, nada más que antes era el anticronista social del pueblo y ahora soy un escribidor de la palpitante realidad, sobre todo la de Nuevo Laredo, que en esta aciaga era está bajo el yugo infame de los panistas que sirven para dos cosas, y a veces ni para eso, pero todo lo que ha estado aconteciendo en la ciudad, no es nuestra culpa, es cierto que nosotros los pusimos en el ayuntamiento al votar por Canturosas y su bola de amigos inútiles que se creen que porque cursaron maestrías en la UAT y doctorados en la Valle del Bravo están autorizados a administrar nuestros dineros y procurarnos buenos servicios públicos, la política no es salir en las fotos con cara de "aquí no pasa nada", la política es una vocación de servicio a los demás, es tener la empatía con los ciudadanos de atender y entender sus problemas y darles solución, pero ojalá que aprendamos de este gravísimo error   y no nos vuelva a suceder, el PAN no es un partido para gobernar en el norte, los panistas son mustios, mochos, hipócritas y vengativos, ellos sirven para gobernar en el bajío, en donde comen santos y cagan diablos, la nuestra es otra cultura, los invito a que se vayan por donde vinieron y no vuelvan nunca. Oremos