lunes, 20 de abril de 2015
Ciro Gómez Leyva
En el colmo del cinismo y la estupidez, el dizque periodista de cine, radio, prensa y televisión Ciro Gómez Leyva ha publicado en El Universal sendos artículos para tratar de explicar los bienes de algunos funcionarios de alto perfil de la presente administración federal, y francamente, no sé si reír, llorar, o mentarle la madre, y es que, este hombre que aparece en todos lados y a todas horas con su cara de brother marista, de verdad, no tiene ni un ápice de vergüenza, ya sé, queridos lectores, que cuando me lo propongo soy un hijo de la chingada, que soy, como dicen los rancheros de esta comarca... "un cadillo en medio de las nalgas", pero miren ustedes, si no es como para que me encabrone, resulta que los cinco a los que según él investigó, son muy honestos, pero donde de plano, no se midió, fue con Rosario la de Ahumada, por favor no confundir con la de Acuña, que esa es otra mustia, digo, musa, y es de Coahuila, y es que, en su defensa denodada para demostrar que la profesora Chayito es una blanca palomita, no dudó ni tantito, en hacer un análisis de adjetivos, nada más le faltó mencionar el día y la hora exacta en que la van a trepar a los altares de la patria en una ceremonia republicana, digo, no soy envidioso de nadie, ni siquiera de los muy inteligentes, porque de esos, cuando puedo y si las entendederas me alcanzan, les aprendo lo más que puedo ,no soy, en ese sentido, uno de esos periodistas acomodaticios para agenciame ni prebendas ni canonjías a costas de los impuestos de los cudadanos como yo, bueno, pero el asunto no es ese, sino que al final de su sesuda columna, el avispado chilango Gómez Leyva, otorga su veredicto como si fuera uno de esos jueces del tribunal supremo de justicia de la nación, que dicho sea de paso, son más poderosos que Zeus en sus mejores tiempos, que a ella, es decir, a Chayo viuda de Ahumada, nunca se le pudo comprobar nada, que todos son infundios de los ociosos periodistas resentidos que no reconocen en su personita tan llena de gracia a una habilidosa politica que de zurda se pasó al centro aristotélico pero sin perder la visión de la izmierda, ya que, gracias a Enrique Peña Nieto, es una Juana de Arco a la mexicana encabezando la cruzada contra el hambre, demagogia pura en sus acciones y retórica absurda en sus declaraciones, y es que, ellos saben y todos sabemos, que el hambre se refrenda cada día que amanece, así que, por más que hagan comedores comunitarios y entreguen despensitas con frijoles llenos de gorgojos, nunca podrán acabar con el gruñidero de tripas, si no se trata de resolver solamente un día esta epidemia nacional, sino que haya verdadera justicia social y que los politicos sean de cualquier tendencia, incluso de aquellos a los que se les traba la caja de velocidades y un día amanecen inclinados a la derecha y al otro se pandean pa'l otro lado, roben menos y repartan más, yo sé, si no soy obtuso, que eso es muy dificil que suceda, porque los malos politicos son una manada de ladrones sin escrúpulos que no se tientan el corazón para desgraciar a los que no tienen manera de defenderse, algunos de ustedes, asiduos fans, me han enviado mensajes vía inbox para reclamarme por qué razón no hablo bien de las obras que está haciendo Carlos Canturosas, y yo les he respondido, que esa no es mi labor, que eso le corresponde al departamento de Comunicación Social y a sus periodistas chayoteros, quienes, por cierto se han quejado amargamente que no les pagan lo suficiente, que cuando estaba el PRI en el gobierno de Nuevo Laredo, les daban hasta el triple, que el PAN además de mustio, es muy codo con el dinero ajeno, porque no dan cochupos gordos y las fiestas que organizan para agasajar a mis pobres colegas de la pluma, están muy chafas, espero que los funcionarios que andan apoyando en las campañas panistas, entiendan, que eso que hacen es contra la ley, digo, si pidieran licencia sin goce de sueldo, otro sería el panorama, pero si salen a caminar casa por casa con la camiseta puesta en promoción al candidato en cuestión, están cometiendo un delito y hasta a la cárcel podrían ir a dar. Ya dije
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