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miércoles, 7 de diciembre de 2011

Camiones nuevecitos y de la tienda

No quiero ser un “liquid paper” con el redactor del blog de Benjamín Galván, pero considero que debería de dedicarle más tiempo a la confección de sus boletines de prensa porque parecen escritos por un disléxico, no digo, no, que yo sea un candidato a obtener un premio nacional de periodismo por mi columna, solamente que a mí me han contratado precisamente por esa razón, si tuviera entendederas para usar los puntos, los signos y la buena ortografía, ya me hubiera dedicado a la creación de poemas y no al difícil oficio de andar criticando a los demás, naturalmente que no es tan grave el asunto, pero lo que podría explicar en un párrafo, el pobre hombre, lo dice en ocho de regular extensión, lo peor no es eso, sino que, en una desafortunada frase, agrega, muy seguro de lo que dice: “Estas 16 nuevas unidades urbanas son parte de un total de 25; el resto próximamente estará circulando por las carreteras, calles y avenidas de la ciudad”, y digo, por dónde quiere que circulen, ni modo que por las banquetas, ya sé, que no debería de ser tan criticón, prometo que es la primera y la única vez que lo hago, conste, que no es mi deseo que le quiten la chamba y me la den a mí, gracias a Jiová de los Ejércitos, me basta y me sobra con esta colaboración diaria en Líder, además, a estas alturas de mi vida, lo menos que quiero, es tener más responsabilidades de las que puedo cumplir, hace unos meses, Ramiro Ramos Salinas, subsecretario de Transporte Público en el Estado, prometió que se renovaría la flotilla completa de los destartalados camiones que están como para un museo del yonque, pero no de ahora, sino desde hace cincuenta años, en mi época de huerco, iba y venía de mi casa a la secundaria Uno, en un Arteaga-González, yo, que soy muy cuidadoso con las cosas ajenas, de esas veces, que andaba en la vagancia, se me ocurrió que podría dejar mi marca territorial con un mensaje de:”puto el que lo lea” y mis iniciales, jamás pasó por mi cabeza de gorila, que dicha pinta quedaría para la posteridad, como nunca le metían mano a las unidades, ni siquiera les daban una pintadita, pasaron veinte años y mi marca seguía en el mismo lugar y con la misma gente, luego les perdí la huella a los camiones, ya que, como mi querida amiga Esmeralda García Longoria, una fotógrafa de esas a las que se les mueven los muertos, compró una trocona del año, me llevaba a todos lados a donde tenía que ir, así que jamás de los jamases tuve la necesidad de volverme a subir a una de esas horrendas cafeteras que parecía que jalaban con leña, ya que, echaban más humo que el carrito de los camotes, Benjamín, que no sé ni por qué lo tuteo y me refiero con tanta confianza a su persona, pero no se me da el ustedearlo, conste que respeto su investidura, pero a lo mejor es cosa de su juventud y que lo conozco desde hace muchos años, ha cumplido varios de sus compromisos con la ciudadanía, esto de los camiones es con la participación del gobierno del estado y empresas privadas concesionarias, y digo, ya era hora, que lo hicieran, lo único malo es que nuestro publicitado alcalde invitó a la bola de funcionarios municipales, a que se treparan a los camiones para estrenarlos, a ver, si a estos baquetones no se les ocurrió pintar dibujitos, no que sean vándalos, pero la mayoría de estos, estudiaron en escuelas del gobierno, y ya se sabe, lo que se dice, que de repente les puede brotar el barrio, todo esto que se ha hecho a favor del transporte público en el globero pueblo, ha sido, gracias a la promoción activa de Ramiro Ramos Salinas, subsecretario del Transporte Público, y él lo ha mencionado en reiteradas ocasiones, nuestro gobernador Egidio Torre Cantú ha sido el principal motor para realizar estas mejoras, ya que, más de un millón personas paisanas usan este medio para transportarse, lo que no me ha quedado muy claro, es que si tienen aire acondicionado y todas las comodidades, porque si están como los otros de austeros, o sea, si ni colchoncito tienen en los asientos

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