Kalimba

Los propósitos de año nuevo son tan falsos que no los cree ni siquiera el que los decreta para sí mismo, yo, siempre los hago al revés, es decir, si otros juran ante La Guadalupana que dejarán de fumar, mi promesa es en sentido contrario, que fumaré todo cuanto sea posible hasta que me estallen los pulmones, bueno, no tanto así, pero tampoco es tan malo echarse un cigarrito de vez en cuando, además, ahora que están tan caros, no hay manera de que un asalariado como este columnista, tenga la oportunidad de enviciarse más de la cuenta, nunca, como ahora, que estamos en la vil inopia, es más cierto eso de que, los únicos que pueden cometer excesos, son los ricos, lo cual significa que uno no se tira a la perdición, no por virtuoso, sino por pobre…
Tal vez sea que padezco algún tipo de enfermedad mental, pero tengo la impresión de que estos últimos días del año como que se pasmaron en el tiempo, bueno, ni siquiera los malandrines anduvieron haciendo de las suyas, no sé si porque hubo una tregua no anunciada o por qué de plano también tomaron vacaciones decembrinas, aunque con eso de los cuetes, uno no sabe si son petardos buscapiés o bombazos, no es mi deseo hacer apología a la pólvora, ni me gusta andar quemándola en infiernitos, pero yo si troné alguno que otro artefacto explosivo, ya sé que no tengo edad para andar en estas visiones, claro que tampoco soy como aquel emperador loco que quemó todo lo que se le atravesaba en el camino, además los petardos están carísimos, así que no es que anduviera prendiendo varias ristras, si acaso, dos o tres palomas de esas que truenan con madre si se encienden en una lata vacía de chiles en vinagre, por cierto, y hablando de todo un poco, en voz alta como los esquizofrénicos paranoicos, ahora resulta que al que le tronó un bombazo entre el cuajo y la pajarilla, fue a Kalimba, que literalmente se las está viendo negras, porque se le hizo fácil andar de mano suelta con dos chiquillas menores de edad, y ya se sabe lo que se dice, respecto a las pirujillas adolescentes, que no andan buscando quien las enamore, sino nada más alguien que les quite la comezón, lo extraño del asunto, es que estas niñas, andaban de edecanes en un antro de vicio y perdición, en el que, el negrito jetón se presentó como variedad, o sea, qué alguien me expliqué que chingaos tenían qué hacer, unas huercas caguengues, calenturientas y problemáticas en un establecimiento nocturno, naturalmente que no estoy a favor de los abusadores, pero si yo tuviera que juzgar el hecho, no dudaría ni tantito, en encontrar a los verdaderos culpables, es decir, mandaría llamar a los padres de familia, para qué con razones válidas, me explicaran, si pueden, por qué demontres traen chambeando a sus hijas en esos tugurios, mi tía Sacramento, siempre decía que a las chamacas había que amarrarlas a la pata de la cama, y por lo visto, a éstas, no sólo no las maniataron, sino que además no tenían ni cho ni arre, y así, con la rienda suelta, pues no hay poder humano que las gobierne para mantenerlas sosegadas en sus caprichos sexuales, en fin que el pobre artista, ahora está pasando una dura prueba, espero que salga libre de toda culpa, naturalmente que debe haber algo que se pueda hacer para declararlo inocente, conste que no lo defiendo por buena persona que soy, pero si estas niñas andaban de chivas sueltas, pues tampoco las atacó a la hora de la salida de misa, no quiero que ustedes, queridos lectores, me perciban como misógino o mata putillas, si éstas, tampoco es que tengan 10 años, si ya le llegan casi a los 17 años, lo peor es que, según chismes de los encargados de difundir estas noticias a nivel nacional, parece que le pueden dar una condena de cadena perpetua, o sea, nada más eso le faltaba al pobre negrito.