Los Globos de ORO

La mera verdad yo de cine no sé la gran cosa, no soy tan complicado para elegir una película, eso sí, esas de acción a lo pendejo me caen en la punta de las muelas, tampoco me gustan las comedias románticas en las que los gringos buenos para nada se la pasan haciendo ridiculeces por conseguir el amor de una rubia tonta, prefiero las historias simples de la vida cotidiana, de esas que se pueden vivir en cualquier momento, además, a todos los demás argumentos quesque de arte y esas chimistretas, ni les entiendo nada, que me perdonen la ignorancia en el tema, los que si le inteligen a eso del séptimo arte, claro que no estoy peleado con la bien hechura, pero no soy de los que andan buscando el mensaje subliminal ni la semiótica en las escenas rebuscadas, que esas son como mi tía Ada la mamá de mi prima Adela, puras mamás Adas, conste que no estoy criticando a nadie, si le quieren seguir buscando tres pies al gato sabiendo que tiene cuatro, pues que lo hagan, que al cabo no le hacen daño a nadie con sus sabihondas críticas, total que si con eso se ganan la vida, tampoco es cosa de andar quitándole el pan de la boca a nadie.
El domingo será la entrega de Los Globos de Oro, y “Biutiful” de González Iñarritu está nominada para mejor película, este cineasta es el tipo aquel, que de hacedor de comerciales dio el brinco a director de cine, nomás pa’que vean, queridos lectores, que si se puede, pasar de taquero a chef de alto pedorraje, el chiste es saber que ingredientes lleva el “pato a la oranch”, bueno también cambiarle los nombres, y que en lugar de vender tacos de pastor, que sean de pastor alemán, porque con eso de que, ahora cualquiera con tantito talento y buena mercadotecnia, es una súper estrella mundial en cualquier terreno en el que desenvuelva, por eso, nunca hay que despreciar a la suerte que es un factor que implica un amasijo de varias circunstancias, es decir, se debe estar en el momento justo en el lugar preciso, a veces, si es lo que primero se tiene a la mano, se toma, sin pensarlo dos veces, porque díganme si no tengo razón, Salma Hayek no es ni siquiera buena actriz, no la voy a comparar con nadie sino con ella misma, pero es tan buena para engañar a todos, que hasta ha sido nominada para un Oscar, claro que los premios no significan nada si se parte de la idea de que cualquier presea la otorgan esos mismos que se benefician con el dinero que generan las cintas que se exhiben a nivel mundial.
Yo no he visto “Biutiful” pero ha de ser como todas las películas de Iñarritu, las secuencias de las escenas, son como si le hubieran dado el control de la videocasetera a un niño con delirio de persecución, y me hago todo bolas, viendo algo que ya pasó y en realidad no ha ocurrido, o algo que no ha sucedido y está por suceder, el primo de un amigo me contó que Javier Bardem trabaja muy bien en la cinta, por cierto, éste que si es buen actor, siempre me ha convencido con su chamba histriónica, es de esos pocos a los que se les nota que si estudiaron con buenos maestros, porque pone de manifiesto el difícil arte de despojarse de su propia persona para encarnar un personaje, no como otros, que por más que lo han intentado siguen siendo ellos mismos y la verdadera labor de un actor es transmitir emociones transformando una mentira fantasiosa en una realidad palpable, fingir de todo fingimiento, que es él mismo que está padeciendo lo que se percibe a través de la pantalla grande.
“Biutiful” está nominada por mejor película extranjera, y lo más seguro es que se levante con el trofeo, ya que Iñarritu ha logrado calar en los gustos internacionales de cinéfilos alrededor del mundo, no digo que a mí no me guste su estilo, sólo digo que es muy complicado el engranaje que demuestra en la confección de sus historias, en fin, que este domingo es la transmisión televisiva de Los Globos de Oro, espero poder sentarme a verlo de principio a fin, lo que ocurre, es que con eso que me he vuelto bien borrachín, hay ocasiones en que, me la sigo tres días y me olvido hasta de que sale el sol.