Los Reyes

El día de Reyes casi no se festeja en Nuevo Laredo, y que me perdonen los sacerdotes del globero pueblo, pero eso ha sido culpa de ellos, a mí, por ejemplo, mamá, desde niño, me enseñó las costumbres que sus padres le habían inculcado, sólo que, estos baquetones curas paisanos, se creyeron, que con tener a los fieles cautivos maniatados por sus pecaminosas culpas, habría de bastarles para contenerlos a todos adentro de sus templos, pero craso error, además, los protestantes, con promesas falsas, sedujeron a los católicos ambiciosos de vida eterna, de que al dejar este plano terrenal, los esperaba un paraíso con calles de oro y casas empedradas de esmeraldas, rubíes y centenarios, así que, al poco rato, las religiosas sectas, penetraron en el gusto de los ciudadanos que hartos de aportar limosnas y diezmos, se unieron a los evangélicos, a los bautistas, a los metodistas o a los mormones, claro que tenían grabada en sus información genética, a la apostólica y romana iglesia, pero no dudaron ni un momento en lanzarse a las calles a predicar la palabra de Dios.
Yo no sé cuántos disidentes católicos habrá en la ciudad, pero estoy seguro de que son más de los que los manipuladores del Inegi han contado en sus amañados censos poblacionales, claro que los medios difusores de noticias, son aliados consentidores de los dueños del cielo desde hace varios cientos de años, ya que nunca, o sólo en esporádicas ocasiones, dan cuenta de las actividades de dichas organizaciones espirituales, sin embargo, a pesar del bloqueo sistemático, la gente que no es nada tonta, ha mudado sus inclinaciones religiosas hacia otros derroteros, así que no hay muchos niños que le hagan cartitas a los Reyes Magos para pedirles juguetes, en el D. F, es al revés, allá hasta hay una plaza en la que pululan actores que personificados en Melchor, Gaspar y Baltazar se toman fotos con los chamacos tripones que ponen cara de creer que si son los mismos que guiados por la estrella, se apersonaron ante el Niño Dios para rendirle tributo con oro, incienso y mirra, el evangelio sólo habla de magos, en ninguna parte se indica que fuesen reyes, dicha creencia apareció varios siglos después y se ha mantenido en la tradición popular, tampoco se mencionan sus nombres en ningún capítula de la santa biblia, es decir, que a alguno de los frailes a lo largo del tiempo, se le ha de haber hecho fácil, bautizarlos, tampoco es que anduvieran montados en el elefante, el camello y el caballo, pero se supone que venían de Oriente, o sea, unos extranjeros que venían a rendirle pleitesía al Mesías que había nacido de María la Virgen a la que el Arcángel Gabriel le había anunciado que sería la madre del Verbo Eterno, estos ”magos”, según la creencia Católica, eran representantes de religiones paganas de pueblos vecinos que el Evangelio ve como las primicias de las naciones que aceptan, por la Encarnación, la Buena Nueva de la salvación.
En la Alameda que está en el mero centro histérico del D.F, a donde iban a pasearse las damas encopetadas de la época porfiriana, se pone una romería, en la que venden de todo, desde algodones de dulce hasta todo tipo de garnachas, y los niños, con inocencia, le amarran una cartita a los Reyes, que estarán, como el subcomandante Marcos y sus guerrilleros cinematográficos, en algún lugar indeterminado del cosmos, para recibir las misivas en las que, los abusivos y abusados huercos, le piden puros juegos de videos y aipods, ya no son los tiempos aquellos en que se conformaban con una pelota, un trompo o un balero de madera, en fin, hoy es día de Reyes, para quienes lo festejan aquí, pues que lo pasen bien, para quienes me leen fuera de Nuevo Laredo, pues felicidades por esta ocasión tan señalada, a mí, lo que más me gusta, es que puedo comer rosca con champurrado, aunque no debería, ya que durante todo diciembre me excedí de tamales y vino.