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miércoles, 23 de junio de 2010

La decepción nacional

Una vez más, nuestra selección falló a la hora buena, y tampoco quiero hacer leña del árbol caído, si ya bastante tienen con la vergüenza que pasaron a nivel internacional, pero el colmo es que estos buenos para nada no se conformaron con jugar mal, sino que todavía viendo que los charrúas les pusieron una pataliza, salieron con su cara de mustios ante los medios de comunicación paleros a decir que: “son errores que se cometen”, claro que quien lo dijo fue el fementido Guille Franco de origen argentino, que naturalizado mexicano, fue convocado por Javier El vasco Aguirre como centro delantero titular, yo estoy de acuerdo en que es buen jugador, de eso no hay duda, pero contra Uruguay se vio francamente mal, además en los dos juegos anteriores, en los que le ganaron a una disminuida Francia y empataron a Sudáfrica, nunca pudo meter un gol y eso que tuvo 687 ocasiones de anotar en jugadas increíbles en las que era más difícil echarla fuera que meterla.
Yo me levanté bien temprano, a pesar de que mi turno nocturno en Twitter terminó pasadas las 5 de la mañana, tengo que confesarles, queridos lectores, que nunca me desperté por completo y es que esas horas son sagradas para mi placentero descanso, aún sí me apoltroné en mi sillón favorito para sufrir el partido que parecía una de esas pesadillas interminables en las que uno quiere despertar para no seguir padeciendo los atenazantes horrores oníricos, ya sé que me leo muy dramático, pero así viví el partido de México contra Uruguay que francamente no me pareció tan brillante, de hecho, el TRI tuvo más llegadas, sólo que no concretaron ni una, el tal Maza Rodríguez que tiene cara de luchador de la triple A, falló un gol clarísimo a boca de portería, es más, creo que si hubiera estado ahí mi tía Espiridiona como está bien cabezona lo hubiera metido sin mayor dificultad, en ese trance fue cuando monté en cólera y eso que el caballo ni quería, porque dije si a eso se dedican todo el pinche día, a estar practicando las jugadas probables en el área chica y que lo fallara me pareció una falta de respeto para los mexicanos de a pie, que no tenemos ni las facultades de las que ellos presumen pero que no demuestran en el campo, al menos no en este partido contra los sudamericanos que tampoco son excelentes.
Naturalmente que no hablaré mal de Cuauhtémoc Blanco, si es el ídolo al que venero, pero Aguirre debió estar muy desesperado para meterlo desde el principio del partido, porque aunque es un crack, su rendimiento físico ha bajado considerablemente, y no que a los 37 años sea un viejillo decrepito, pero en el futbol ya los chamacos andan en las grandes ligas, desde los 17, y lo peor es que el jorobado de tepito le ha dado duro a la vida, con todas las mujeres hermosas que ha podido comprar con su dinero, además le encanta el pisto y fuma como piruja en barandilla esperando a su padrote, claro que cuando lo vi alineado desde el inicio de la contienda mundialista, me emocioné harto, pero yo suponía que el vasco lo iba a sacar a la media hora a lo sumo (dicho sea sin albur) pero no que lo dejaría los 90 minutos, pobre de mi Cuauh si parecía perro en milpa ajena, todo bofeado, y eso que ya no corre nada, en una entrada a cabecear en el área chica, el defensa uruguayo le cacheteó la joroba y el ídolo de las multitudes por poco queda en el césped como el caballo blanco del corrido con el hocico casi sangrando.
Como quiera que sea, la selección ya está calificada para la siguiente ronda, lo malo es que va contra Argentina y estos si no perdonan a nadie, además, Leonel Messi es una súper estrella a la que no le van a ver ni el polvo, para poder detenerlo tendrán que amarrarlo al poste del tiro de esquina porque si lo dejan suelto les va a meter mínimo doce goles, en fin, que si con Uruguay no se pudo se tiene que poder con los chés Argentinos, el juego será el domingo a las una de la tarde, les recomiendo que lo vean en TVC Deportes que son menos gritones que los otros comentaristas y son muy confiables en sus juicios porque no son paleros como los demás. Oremos.

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