No les parece, queridos lectores, que el PAN, a pesar de que
lleva casi una docena de años en el poder, todavía no ha caído en la cuenta de que es el
partido oficial, de pronto, tiene actitudes de partido de oposición, y aunque
yo no soy especialista en el tema, abordo la política con todas mis fallas,
pero con la buena intención de comentar los tópicos cotidianos como un
ciudadano de a pie, a veces, me gustaría tomar un curso intensivo con el
incentivo de aprender de los grandes maestros, leo y releo a los gargantones,
pero uno de mis favoritos, y perdonen la invectiva, es don Juan Simón Pérez
Ávila, así que cada día que amanece, me asomo a sus estupendos artículos, que
no tienen desperdicio, él es de los decanos del oficio, que tendría que publicar
en los rotativos chingones y aparecer a cuadro en los programas de televisión,
no sólo por su sabiduría, sino por su impecable percha norteña, les daría las veinte
y las malas a todos los lambiscones televisivos, y no, no me ciega la
inalterable admiración que le profeso, que nunca he sido comparsa de nadie, es
más, si tuviera algún defecto en su labor de informar y formar opinión, que no
lo tiene, lo diría sin que hiciera mella en mi espíritu, aunque a veces, sólo a
veces, me gustaría que tocara más seguido los temas faranduleros que le salen
muy bien, no sé, supongo que él también se habrá de cuestionar lo mismo que yo,
de verdad, no habrá en el horizonte de los hombres iluminados de nuestro país,
otros personajes que puedan tomar las carteras de los asuntos neurálgicos de
México, y lo digo, por don José Ángel Córdova Villalobos, que según palabras
del presidente Calderón: “es el mejor secretario de su gabinetazo”, de pronto,
me parece estar escuchando al irrepetible Vicente Fox, en cuyo sexenio gobernó
y mangoneó la católica budista Marthita Sahagún, y al renunciar como secretario
de Salud, o pedir licencia, que de hecho es exactamente lo mismo, intentó
agenciarse una curul panista en el senado y luego, fue candidato petardo a
gobernador de Guanajuato su estado natal, ahora, como si todavía no fuera
demasiado, el presidente Calderón lo ha designado como secretario de Educación
Pública, y es que, como ya se sabe, renunciaron al bien peinadito Alonso
Lujambio que se está atendiendo de un maligno cáncer en algún sanatorio picudo
de Houston, y miren ustedes, asiduos fans, lo contradictorio de estos pro
hombres, que presumen de la calidad ISO de los hospitales del ISSSTE o de los
seguros populares que sirven para dos cosas, y a veces ni para eso, en lugar de
internarse en uno de esos chiqueros, se hospedan a todo lujo en las súper
clínicas especializadas gringas que cuestan no un ojo de la cara, sino los dos
ojos, la nariz y el occipucio, pero como toman dinero emprestado de la caja
chica del erario grande, pues nunca se les hace dolor gastar los miles de
dólares, pero ese no es el tema que ahora me ocupa, el PAN tiene en su
estructura de organización a las grandes inteligencias del país, pero se les
olvida que el verdadero poder reside en el pueblo que finalmente es el que pone
y quita a los gobernantes, miren, ustedes, asiduos fans, lo que acaba de
denunciar la asambleísta Lía Limón, que tiene nombre de sobrecito de agua fresca,
que el PAN del D. F, está manejado por cuatreros, y según sus dichos la
pandilla está encabezada por Demetrio Sodi, por supuesto que la acusación es
grave, pero como Lía anda ardida porque no quedó como candidata para la
delegación Miguel Hidalgo, no sé que habrá comido que además les echó la
maldición de la blonda, ya que aseguró que el blanquiazul merece perder las
elecciones para que se aprendan a respetar a sus militantes, en fin, que les
dijo de todo, menos guapos, y de cochinero asqueroso no los bajó, en la siguiente
columna sigo comentando a este respecto, porque doña Lía, de seguro va a
despotricar sapos y víboras tepocatas en contra de sus antes correligionarios.
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