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jueves, 15 de marzo de 2012

La cabeceada del rey español


Don Juan Carlos de Borbón ya está chocheando, y aunque Gardel, en su famoso tango, asegure que veinte años no es nada, y Cantoral, en su inmortal bolero, le ordene al reloj que no marque las horas, la verdad, es que, el inexorable tiempo no pasa en vano, pero muchísimo menos para el monarca  que le ha dado bastantes alegrías a su cuerpecito caraqueño, la anécdota es divertida en su contexto, resulta que Sus Augustas Majestades de España, acudieron a la ceremonia de entrega de becas a 124 estudiantes en la deslumbrante ciudad de Barcelona, en un evento desarrollado hace un par de días, pero rompiendo con el protocolo de pompa y circunstancia, el rey hizo caso omiso a su egregia consorte doña Sofía, la que recibió una pertinente advertencia de parte del organizador del evento, en el sentido, de que su marido se estaba adelantando en su participación, ya se sabe, que las agendas reales son muy estrictas y deben estar sujetas en tiempo y forma para poder cumplir con todos los compromisos del día, solicita, doña Chofis codeó a su viejo para hacerle notar que la estaba cajeteando, el rey le espetó: “Déjame hablar un momento”, luego, dirigiéndose al selecto auditorio, bromeando, les dijo: “se nota que ella (la reina) prefiere la música”, pero eso no fue todo el bochorno que ha tenido que pasar la reina, que está más lúcida y es más lucida que su marido, ya que, don Juan Carlos I., también se quedó dormido como caballo lechero, no que haya roncado, solamente fue un brevísimo instante, que pasó desapercibido para los asistentes a la gran gala, pero no para el lente de la cámara que captó la divertida escena, don Juan Carlos Alfonso Víctor María de Borbón y Borbón-Dos Sicilias, que ese, es su nombre completo, cabeceó ligeramente cosa de unos segundos, pero dueño de su soberana voluntad, sin bostezar, abrió sus reales ojos asturianos e hizo como si no hubiese pasado nada, lo bueno, es que, no era un examen de conciencia, si no, hubiera tenido que copiarle a su esposa, dicho sea de pasadita, los españoles no la están pasando nada bien, ya que, existe un alto índice de desempleo, en las tierras ibéricas, le dicen “paro”, bueno pues, lo digan como lo digan, no hay trabajo para nadie, así que, miles y miles de nuestros primos lejanos, están mal viviendo a expensas del seguro social, en ese mismo evento, en el que estaban presentes muchos jóvenes becarios, el rey comentó que el desempleo le quita el sueño, pero aupó, o sea, en mexicano, eso de aupar quiere decir algo así como “echarles porras” para que no se dejen vencer por el desaliento, lo malo, es que, mientras su incómodo yerno don Iñaki, siga robándose el dinero de las caridades, nadie le va a hacer caso a sus consejos, por cierto, el juez que lleva el escandaloso caso está estudiando la posibilidad de dejarle caer todo el peso de la ley al duque de Palma, y podría imponerle una fianza de dos millones de euros, dada la gravedad del delito, pero sobre todo de la cantidad enajenada de las ricas arcas de la Fundación Nöos, eso es lo malo de casarse por conveniencia, que no siempre, el suegro rico, está dispuesto a darles las carretadas de dinero a los esposos de sus feas hijas, no en todos los casos, se convierten en “muertos” porque pasan a mejor vida, en fin, que eso ocurre hasta en las mejores familias, ojalá que el rey siga conservando su magnífico humor, pero si acaso, por esas cosas tan absurdas de la vida, como dice la canción de Consuelito Velázquez, S.G.M se asoma a leer esta columna, le quiero dar un mal consejo, que, por favor, no intervenga en el fraude de don Iñaki, que su pariente político pague su culpa con cárcel, amén de que devuelva lo robado, porque no sólo es un ladrón, sino que dada la pobreza de los menesterosos españoles, es un tipejo ruin y deleznable, porque les estaba robando lo que por derecho les correspondía. 

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