Hoy, haré una columna especial, no, no que sea mejor o peor,
pero redactaré una con un chiste final que me pareció muy bueno, mientras, les
diré que el debate estuvo de lo más aburrido, según mi abuelita Lupe, Enrique
Peña Nieto se veía muy guapo en sus closops, pero a la que si se le pasó el
botox, fue a doña Josefina, que ni expresión tenía, hablaba como pa’dentro,
aunque según los especialistas en Twitter fue la que se vio más segura de sí
misma, pero con la desventaja que lleva es muy difícil que logre recuperarse,
es como cuando al Moretón no lo dejaron ni siquiera asomarse al segundo lugar
en la campaña del 2006 en la que ganó don Felipe Calderón, quien iba a pensar,
que luego de seis años, otra sería la historia de la cándida chependira y su
presidente desalmado, y es que, Maderito ya le puso un estate quieta a JVM con
sus desorbitados gastos de campaña, lo que ocurre es que muy regalona, y ha
dado hasta plata de la de 0.720 en sus mítines de altura, digo, a mí, si me
regala una medallota de san Juditas voto por ella, el que andaba como distraído
era el gallo Copetón, pero como quiera en Twitter se trepó en las preferencias
de sus seguidores, pero como no todo en la vida se puede medir, dicen que el
debate lo ganó el de las señas, porque nunca se inmutó con las respuestas
variopintas de los candidatos presidenciales, que ahora sí, bajo la férula
directriz de Javier Solórzano como moderador a cada uno se le entregó su tiempo
exacto para que desarrollaran el tema que les tocaba en suerte, abundaré en el tema
del debate en las columnas subsecuentes, supongo que para estas alturas del
partido, ya don Chente Fox ha de haber salido con alguna declaración a favor de
su candidato consentido, además, les tendré los resultados de las encuestas de
las varias empresas que están amarrando a sus perros con longaniza de tanto
dinero como el que están ganando por sus trabajos tan profesionales, al que se
le ocurrió hacer un debate entre los coordinadores de las campañas de los
cuatro candidatos, fue al ticher López Dóriga, y la verdad no le salió tan mal,
pero tampoco dijeron nada nuevo, se sacaron sus trapitos al sol los unos a los
otros, se habló de que AMLOVE viaja en Guajolojets y los demás en aeronaves
privadas, un detalle chistoso, fue que Quadri ya quería su propio programa de
debates, porque de repente, empezó a comportarse como si él fuera el moderador,
les preguntaba a los demás, puras sonseras, o sea, que se ubique, una cosa es
que esté allí por obra y gracia de la bruja dueña del PANAL y otra muy distinta
que sea una estrella más del canal de las que enseñan. Enseguida el tan
prometido chiste: Desde que era chiquito siempre tenía miedo de irme a acostar
porque creía que había alguien debajo de mi cama, cansado de esto, un día fui a
ver un psiquiatra y le expliqué: “Tengo problemas. Cada vez que voy a acostarme
creo que hay alguien debajo de mi cama. Tengo miedo. Me estaré volviendo
loco?" "Déjame eso a mí y en doce meses te curo" me dijo el
siquiatra. "Ven a verme tres veces a la semana y te curaré todos esos miedos"
“Y cuánto me cobra doctor?" pregunté. "Barato. Ochenta dólares la
visita" contestó el doctor. “Bueno, un poco caro pero si me cura, vale la
pena" dije. Seis meses después, me encontré con el doctor en el cine. "!Hey!
Usted dejó de venir a mi consulta después de la tercera vez. Por qué no
regresó?" me preguntó. "Bueno, doctor, ochenta dólares por consulta
tres veces a la semana por doce meses es bastante dinero! encontré un cantinero
en el bar que me curó en una sola sesión por diez dólares! Estaba tan contento
con el dinero que ahorré, que saqué un carro nuevo!" "No me
diga" dijo el siquiatra algo molesto. "Y se puede saber como un
cantinero que solo sabe de servir tragos lo curo por diez dólares?" "Me
dijo que cortara las patas de la cama! Ahora ya no puede haber nadie ahí
abajo!" Moraleja: Olvídense de los siquiatras… tómense un trago y hablen
con el cantinero.
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