Por Dios que borracho vengo que me siga la tambora, que me
toquen el quelite, después el niño perdido, y por último el torito pa’que vean
como le brinco Ay Ay mamá por Dios, sí, ya sé, asiduos fans, que no saben ni
que rumbo tomará mi columna de hoy, bueno, les explico que a Manuel Espino, el
ex dirigente del CEN del PAN y ahora presidente de la fundación “Volver a
Empezar”, andaba bien pedo en las calles de la colonia del Valle en la
capirucha, y que en eso lo pescan los celosos guardianes del alcoholímetro y
que se lo llevan a las ergástulas de la delegación, resulta que al disidente
incomodo panista, se le hizo fácil andar manejando su carrazo con varias copas
en la chompa, ha de haber pensado, que nada le iba a pasar, pero en un topetón
que se lo agarran, supongo que, como buen político que se precie de tener
cierto podercillo, les ha de haber soltado la pachotada usual en estos casos: “no
saben ni con quién se están metiendo”, realmente, quien no sabía en la que se
estaba metiendo era él, porque como quiera se lo llevaron preso, pero no para
refundirlo a cadena perpetua, que tampoco es para tanto, sino para protegerlo y
para evitar que hiciera daño a terceras personas que se le atravesaran en el
camino, yo, casi no tomo –de lo propio- pero de lo ajeno, es decir, de lo que
me inviten mis compadres, amigos y parientes, de esas cervezas, si me las echo
como si fueran agüita espiritual de san Ignacio, pero en jamás de los jamases,
me trepo al carro para andar patinando o haciendo ceritos, y eso que cuando
pisteo soy un borrachillo muy alegador, con decirles, queridos lectores, que a
veces me he quedado dormido en la banqueta, precisamente para evitarme líos
policiacos, también es cierto, que en este pueblo sin ley, todos hacen lo que se
les hinchan las ganas, no una, sino varias veces, me he topado de frente con
varias troconas, de esas que en la noche dan miedo y en el día provocan
taquicardias, que van en sentido contrario, pero como no soy Juan sin Miedo, y para
no ponerme en el tocadero, mejor me orillo a la orilla para franquearles el
paso a los presurosos conductores, para estas horas, el borrachito Espino ya ha
de estar en su casa, pero lo bailado nadie se lo quita, por cierto, la que dé al
tiro se está saliendo del huacal, es doña Josefina Vázquez Mota, que anda
diciendo que el PRI y el PRD son lo mismo, no tendría nada de malo, que saliera
a decirlo, ahora, por lo menos, ya está incluyendo en sus descalificaciones al
amoroso Peje, porque cuando empezó la contienda electoral, nomás se le iba
encima a Enrique Peña Nieto, al que le decía de todo, menos guapo copetón, lo
que me parece políticamente incorrecto, es que, se gaste su pólvora en
infiernitos, si sigue por ese rumbo, estará perdiendo miserablemente su tiempo,
está viendo la tempestad y no se hinca, mejor que se ponga a chambear para
darles buena cara a sus simpatizantes en los mítines, que no es por echarle
carrilla, pero se le nota muy amargada, entre tanta mala noticia, les tengo una
buena, se acuerdan que les platiqué acerca del pleitazo legal de TvAzteca y el
actor Rogelio Guerra, pues, ya se arregló el asunto, resulta que don Ricardo
Salinas Pliego se puso la mano en el corazón y perdonó al pobre hombre de 71
años, de verdad, que me alegra este hecho, porque dicen los cercanos al
histrión, que se estaba volviendo loquito de tanto estrés acumulado, hay
quienes aseguran que en alguna entrevista se le botó la cadena del tiempo y
empezó a decir incoherencias, claro que no es para menos, si los abogados de la
televisora del Ajusco querían quitarle la casa, el nombre artístico y hasta el
modito de andar, eso es lo malo de los bravucones y confiados, que después no
saben ni pa’donde hacerse ya que la cajetearon, pero que le quede experiencia y
le sirva de escarmiento, que no se puede poner con Sansón a las patadas. Ya
dije.
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