En mi ya muy lejana infancia, todos en el barrio sabíamos
quién era Pichirilo; conocíamos sus correderos, su domicilio exacto y estábamos
familiarizados hasta con su modito de andar, pero, un día, los vecinos nos
amanecimos con la noticia de que todas las corporaciones policiacas lo andaban
buscando y dizque no podían dar con su paradero, mi sabia y sacrosanta
madrecita, decía: “todos estos cabrones del gobierno son iguales, se hacen
pendejos cuando les conviene”, con decirles, queridos lectores, que ni con el
anuncio de “Most Wanted”, pudieron encontrar el escondrijo, en el que,
supuestamente, se metía el bandido cereal, para impedir la acción de la
justicia, la verdad, es que, todo era pura publicidad, a los grandes capos,
nadie los atrapa, siguen sueltos haciendo desmanes protegidos por la rampante
corrupción que siempre ha imperado en el seno de nuestras instituciones, pero
si a un pobrecito, por hambre, por codicia o simplemente porque se le había
hecho fácil tomar un bolillo, se le ocurría ofender a nuestra morigerada
(palabra de la RAE, te alabamos Real Academia) sociedad porteña, a ése si le
caía todo el peso de la ley encima, llegaba la DEA, la Interpol, el FBI, el eichibí
y hasta las comisiones de seguridad para apresarlo con lujo de violencia, de
inmediato, los huleros de la nota roja, llegaban para tomarle fotos al
ladronzuelo, al que invariablemente publicaban en la portada de los periódicos
pedorros en los que colaboraban, no sé, a lo mejor, yo soy el quisquilloso, y
eso ha sido lo normal y corriente en nuestro desmantelado México, pero dejemos
eso por la paz, ya que, les tengo la de ocho, resulta que el IFE, dice que sus
empleados están listos para que si se requiere, se cuenten los votos, de uno
por uno, esto se me hace muy sospechosista, no que eso no se podía, que si a
chuchita le apesta el muñeco, que si no había manera de hacerlo, que se cayó el
sistema, que nuestro papalotero gobierno no cuenta con la infraestructura cibernética
necesaria para hacerlo, el consejero presidente, Leonardo Valdés Zurita, ha
declarado urbi et orbi, poniendo cara de que él si las puede, que de ser
necesario, y solamente que haya errores o inconsistencias evidentes en las
actas se podrán volver a contar, la verdad, no sé qué chingaos habrá querido
decir con eso de “inconsistencias”, si esa palabra no quiere decir eso que él
ha querido explicar, para la otra, debería de tener más cuidado, pues todo está
listo para la madre de todas la batallas electorales, por lo pronto, yo estoy
listo y toda mi prole también para ir a votar en la Cosme Pérez, espero que por
lo menos nos ofrezcan unas sodas con hielitos, que los calorones que se han
sentido en los últimos días son como para matar a cualquiera del mentado golpe
de calor, al que le van hacer juicio sumario en el PAN, es al pobre de Chente
Fox, pero francamente yo hubiera hecho lo mismo que el esposo de Mearthita,
digo, no nos hágamos pendejos, Josefina nunca ha tenido oportunidad de ganar la
presidencia, y si ganó la elección interna, fue porque los otros dos, se
metieron zancadillas ellos solitos, Cordero, con su cara de Mister Bean y sus
comentarios tan fuera de tono e irreales de los seis mil pesos, y sus arremetidas
contra la gallina Chepina, eran como para que nadie, ni sus compadres más
cercanos votaran por él, si el miedo no anda en burro, y aunque la candidata
del PAN diga que no le tiene temor a los malosos, como quiera viaja en troca
blindada y con un aparato de seguridad que no trae ni el Papa, en las
siguientes columnas, es decir, en las de esta semana, les comentaré los cierres
de campaña de los cuatro candidatos, supongo que el evento de Quadri va a ser
en el salón California Dancing Club y el cierre de Josefina será en la basílica
de Guadalupe, pero de eso, y de otros temas, les escribiré en esta Guillotina
que sigue siendo, por mucho, la más leída del globero pueblo y metrópolis aledañas.
Ya dije.
lunes, 25 de junio de 2012
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