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viernes, 22 de junio de 2012

Merolicos habilitados a escribidores


Los soldados, y no, no me refiero a los que tienen pegada sólidamente alguna parte del cuerpo, sino, a los integrantes de nuestro glorioso ejército mexicano, que digan lo que digan, nuestros expertos en seguridad nacional, nunca debieron haber salido de sus cuarteles, han andado patrullando las desoladas calles de nuestra ciudad, pero la verdad, a mí me da harto miedo topármelos, conste que hay meses en que ni me asomo a la banqueta, pero me he enterado de casos notables en los que han allanado casas decentes en busca de malosos, no quiero parecer paranoico, nunca lo he sido, pero en estos momentos, en que el río está muy revuelto y que el helicóptero anda volando bajo, nadie, ni siquiera yo, que soy muy honorable, puedo hacer uso del dicho: “el que nada debe, nada teme”, ya que, al parecer, en este globero pueblo, todos somos sospechosos, como decía mi tía Ponciana… “”valiendo madre, llamando al Santo”, les juro por el beato Carlos (y si es albur) que ni cuenta me había dado que mi columna estaba apareciendo en editoriales, ojalá que no sea una señal del fin del mundo pronosticada por Los Mayas, y es que, francamente, no que me esté tirando al suelo para que ustedes me levanten, pero considero que mis sencillos textos no poseen los atributos necesarios para pasearse por estas páginas de tan alto pedorraje, digo, está bien, lo reconozco, que hay muchos merolicos habilitados a escribidores, pero que Carlitos Loret de Mola, Denise Maerker, Circo Gómez Leyva y otros de esa calaña, anden presentándose en los medios impresos con sendas columnas, no significa que tengan los merecimientos para hacerlo, en todo caso, deberían de haber tenido un ápice de vergüenza y decirles a los dueños de los diarios, que “orita no gracias”, ocurre, que, en siendo, figuras públicas, los empresarios de las grandes editoriales, saben, que sus nombres, venden periódicos e inserciones de publicidad, no tengo que recordárselos, asiduos fans, ustedes me conocen muy bien desde hace muchos años, esta Guillotina, tiene su origen en El Diario, de hecho, el nombre es marca registrada por la mitotera de mi tía Concha, que siempre me dijo: “ay mijito, te la voy a registrar para que no vaigan a decir al rato los de ventaneando que ellos inventaron los chismes con tu estilo” y miren lo que vino a pasar, que la vieja cursi, ñoña y borracha de Paty Chapoy, en 1996 dizque inventó mi gracia y gracejo para desgraciar reputaciones, en realidad, nunca me ha importado que otros del medio, se anden ufanando de logros que jamás han tenido, finalmente, ese rubro del cotilleo, lo he dejado atrás desde hace muchos años, porque andar de intrigoso, narrando las correrías de los infieles o las pirujas, ya no es tema de conversación para nadie, y es que, en estos tiempos que corren, la mayoría de los matrimonios se han vuelto de moral distraída, o tienen un acuerdo establecido de: “no me estés chingando con eso de los cuernos, si quieres acuéstate con quien quieras, que yo haré lo mismo”, como quiera que sea, las buenas columnas, como los buenos tacos, se venden hasta en un callejón escondido, y me lo dijo alguna vez don Roberto Ortuño Hernández, que no era mi amigo cercano, pero un día, me invitó a comer al restaurante Paseo Colón, en donde, en aquel tiempo, vendían una comida espantosa… “Fernando, no desperdicies el tiempo en este pueblo que ya te quedó chico, eres un tiburón nadando en un estanque, lánzate al mar”, eso fue hace varios años, ahora mismo, estoy en Laredo, por cuestiones personales, por asuntos familiares, y es que, le doy mayor importancia al amor que siento por mi familia, en especial por mi padre, que ya está viejito y necesita mi presencia a su lado, nada, ningún lauro, ni honores, ni fortuna, ni persona alguna en el mundo, podría hacerme cambiar de opinión, lo primero es lo primero, y nobleza obliga, además, si para los gringos, el tiempo es dinero, para mí, el tiempo es vida y mientras mi padre esté latiendo en el corazón del planeta, ahí estaré yo, latiendo en su eco. 

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