Las fiestas septembrinas, amén de dispendiosas, por
supuesto, con cargo a los paga impuestos, son falsas de toda falsedad, porque
ni modo que de verdad haya algo que celebrar, en Twitter, la red social en la que
soy más popular que los artistas, se han filtrado tantas marranadas de los
empoderados panistas, que francamente, no alcanzo a vislumbrar otra posibilidad
más que se retiren por la puerta de atrás de Los Pinos, a lo mejor no tienen la
culpa de todo lo que ha ocurrido en nuestro país, pero en once años al frente
del carro cargado de pólvora en que se ha convertido México, no han sabido manejar
con pericia las situaciones difíciles que han erizado de angustia a los
mexicanos todos, a veces, sólo a veces, he dado en pensar que lo que está
sucediendo en el territorio nacional, que ya no es territorio Telcel, es un mal
sueño del que despertaremos en cualquier momento, no me ciego, sé que no es un
tránsito fácil de la inseguridad a la paz absoluta, tampoco se trata de sacar
la varita mágica y decir las palabras cabalísticas para que cesen las
calamidades que han asolado a los ciudadanos decentes desde hace dos lustros, y
no me refiero nada más a la violencia, que esa siempre ha existido, al menos en
Nuevo Laredo, la hemos padecido y capoteado desde hace muchos años, sino
también la rampante corrupción a todos niveles, no hay que olvidar, queridos
lectores, que estamos en el año de Hidalgo, lo que significa que estos buenos
para nada que se van para nunca más volver, como dice la canción de la
mariquita linda, seguramente cargarán hasta con el perico, lo cual quiere decir
que nos dejarán endeudados hasta el tope, tal como lo hizo nuestro carismático alcalde
Ramón Garza Barrios, que pidió prestado por todos lados, y ahora, no hay dinero
para saldar tantos compromisos financieros, pero no todo está podrido en
Dinamarca, y con tal de qué los panistas se vayan a echar sus pachotadas a otra
parte, estoy dispuesto a que me aumenten el IVA hasta en los cigarros, ahora
resulta que andan llorando por los rincones como la muñeca fea, si ya lo dijo
alguna vez la grandiosa reina Isabel de la dinastía de los Tudor: “He venido
para vivir o morir entre vosotros. Sé que mi cuerpo es un débil cuerpo de
mujer, pero mi corazón es el de un rey, ¡de un rey de Inglaterra!” Isabel murió
quince años después, en 1603, a la edad de 69 años. Durante su reinado se
iniciaría el desarrollo económico moderno que llevaría a Inglaterra a ser la
potencia mundial indiscutible del siglo XVIII, y a ser el primer país en
experimentar la Revolución Industrial. Bajo el impulso isabelino, nació la
literatura nacional de la que William Skakespeare sería su mayor exponente. Sin
haberse casado nunca, Elizabeth murió sin herederos, y el rey de Escocia,
Jacobo IV Estuardo, se coronaría rey de Inglaterra, dando por terminada la era
de los Tudor, pero ella era una simple reina que bajo su férula florecieron las
artes y los ingleses amarraban a los perros con roastbeef, iba a decir que con
longaniza, pero no creo que allá la conozcan, en fin, que El Grito de don Felipe
Calderón estuvo muy deslucido, para colmo de males la fiesta pasó por el agua, ya
que llovió desde temprano, se calcula la asistencia a la ceremonia y a la
verbena popular como en dos mil personas, no es por intrigar, pero a esa plaza,
yo la he caminado ene número de veces, y le caben 120 mil bien acomodados y en
los alrededores caben otros tantos miles, entiendo que la gente esté tan
disgustada con los panistas que han hecho todo lo posible para que este país no
levante cabeza, digo, ni siquiera han podido auspiciar correctamente la
educación pública en México, cada vez estamos más atrasados, los niños y adolescentes
salen bien burros de la primaria y la secundaria, la única manera viable para
que salgamos de este atolladero, es, sin duda, la educación de excelencia, no
la que la SEP amafiada con la máistra les dan a los mexicanos. Ya Dije. Que ¡SobreViva
México!
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